Deux

464 75 16
                                    


Dipper abrió los ojos con cierta dificultad, por un momento su vista estuvo algo borrosa pero poco a poco fue acomodándose hasta distinguir el techo de lo que era su habitación en el instituto de magia. Llevó su mano a su cabeza en la cual sintió una especie de punzada, al tocarla se dio cuenta que poseía un vendaje alrededor de esta ¿Qué había pasado?

—Dipper, despertaste—reconoció enseguida la voz de Mabel la cual no se tardó mucho en volar hacia el para sentarse en la cama viéndole con preocupación.

—¿Qué fue lo que sucedió? —preguntó mientras se sentaba y miraba a su alrededor.

—Bueno, invocaste a tu familiar y luego él te atacó...

El castaño solo se quedó viendo al hada unos momentos antes de sentarse, al hacerlo sintió un no muy fuerte dolor en varias partes de su cuerpo ¿cómo había acabado tan lastimado? Ligeros flashes de memoria llegaron a su mente, sabía que estaba tirado en el suelo mientras aquel sujeto le rasgaba con sus garras y trataba de morderle con sus filosos dientes, recordaba oír la voz de su tío y luego su cabeza ser impactada con una fuerza brutal contra el suelo, era una suerte que los elfos fueran de cráneo duro.

—¿Estas bien? —la voz preocupada de Mabel le hizo salir de su trance.

—¿Eh? Si... ¿Cuánto...cuanto paso? ¿Y el tío Ford?

—Solo un par de horas, aun así todos están preocupados por lo que paso, realmente nadie imaginó que se pudiera invocar semejante cosa—el hada hizo una ligera mueca de desconcierto—. Tío Ford está reunido con varios nobles, lo que hiciste realmente tiene a todos sorprendidos, Dipper—el chico ni siquiera parecía saber que había hecho—. Al parecer, nadie nunca ha invocado a un dragón.

El castaño se quedó en completo silencio al oír aquello ¿de qué rayos estaba hablando Mabel? ¿Un dragón? ¿Él? Es cierto que su familiar no era un plebeyo, mucho menos un humano pero no podría ser semejante cosa, nadie había sido capaz de convocar a tal criatura, había muchas razones para ellos ¿Por qué un dragón entraría a un portal de invocación? Son criaturas muy inteligentes pero han mantenido por siglos una guerra con los magos, jamás se pondrían al servicio de uno, primero lo devorarían...Aunque ciertamente ese chico había tratado de hacerlo.

Entre magos y dragones siempre había existido un gran odio, aquellas bestias solo se robaban el oro, mataban a los viajeros en los bosques y destruyeron reinos durante muchos años hasta que un mago logró crear mantenerlos lejos de la civilización y esto quedaron confinados a las montañas donde habían vivido desde siempre. Era definitivamente imposible que su invocación, su familiar fuese un dragón.

...

—¡Pero es peligroso! ¡Esa cosa puede lastimar a Dipper! —exclamó un poco histérico Stanford ante la negativa del director de la academia y demás profesores.

—La invocación es una tradición que remonta muchos siglos, nuestros antepasados hicieron la regla definitiva porque sabían que un familiar debe estar para el mago por su destino, si la invocación de tu sobrino debía ser un dragón entonces grandeza ha de esperarle, Stanford—el director no cedía ante las peticiones del elfo el cual solo pudo quedarse callado.

—Si no le espera grandeza, le espera una muerte segura—bufó evidentemente molesto e indignado ante la inflexibilidad del asunto.

No se dijo más y solo salió de aquella oficina soltando uno que otro gruñido, su sobrino podría correr peligro a manos de esa cosa pero solo importaban las tontas tradiciones. Suspiro decidiendo que mejor debía calmarse, además que Dipper era un gran mago, él podría defenderse si ese monstruo trataba de lastimarlo, confiaba en él y sabía que se convertiría en un gran mago, no debería preocuparse tanto.

The world through the mirror Donde viven las historias. Descúbrelo ahora