The world through the mirror

Quatre

La noche había caído y los estudiantes luego de tomar un baño y cenar, se dirigían a sus correspondientes habitaciones para descansar luego de un largo día de estudios, por supuesto que todos en compañía de su familiar o al menos los que podían entrar a una habitación, pues había algunos que no podían entrar ya que su familiar era muy grande como unicornios o hipogrifos.

Dipper por su lado, se encontraba ya en la suya y se dedicaba a rellenar pergaminos con la tarea que tenía pendiente, escribir sobre los antiguos magos que hubieron en el reino de Tristain era un poco agotador, era muy extenso pero no le quedaba de otra. Mabel le hacía compañía sentada a un lado en el escritorio viéndole escribir, mientras que Bill reposaba a un lado de la cama sobre un montón de paja en la cual dormía desde que llegó allí.

—¿Estarás toda la noche ahí? —gruñó el rubio quien quería que apagara ya todas las luces, quería dormirse.

—Pues si es necesario así será—sentenció el castaño queriendo ignorarle aunque en realidad de su mente no salía lo que en la mañana había dicho el familiar de Wirt, aun así no quería preguntarle nada con respecto a eso—.Bill, solo quiero pedir que te comportes, aunque sea el día de la presentación ¿puedes?

—¿Por qué lo haría? —entre cerró los ojos.

—Porque si no lo haces te las veras conmigo, lagartija—anunció Mabel mientras volaba hacia el rubio con claras intenciones de golpearle o lanzarle una de sus chispas mágicas.

—Oh que miedo me das, mascota—se burló sonriendo ampliamente, de modo que mostraba aquellos dientes filosos. Ambos se estuvieron gruñendo mutuamente unos segundos hasta que Dipper intervino.

—Ya cálmense, Mabel te he dicho que... ¡Mabel!

Pines de inmediato corrió hacia el rubio con desesperación tratando de abrirle la boca para sacar a la pequeña hada, la cual había sido atrapada de un bocado en las fauces del joven dragón, el cual se resistía completamente a abrir la boca. Dipper tuvo que usar todas sus fuerzas para tumbar al rubio contra el suelo mientras seguía tratando de abrirle la boca pero era realmente difícil.

—Suéltala Bill, ¡Escúpela! ¡Bill escúpela! —El dragón humanizado trataba de apartar su rostro y a su vez tragarse al hada, pero esta se aferraba con fuerza a su lengua en un intento de no acabar siendo digerida—¡Escúpela ya! —logró abrir su boca y el hada salió de inmediato cayendo al suelo.

Dipper rápidamente se apresuró a tomar a su hermanita entre sus manos para colocarla en la cama, la castaña estaba toda llena de saliva y sus alas estaban llenas con esta por lo que no podía moverlas. El elfo solo suspiro al ver que ella estaba bien y busco un paño para limpiarla mientras miraba con reproche al rubio que no parecía arrepentido en lo más mínimo por lo que había hecho.

—Bien, bien, me comportare en tu estúpida presentación a su horrible princesa—dijo antes de recostarse de vuelta para intentar dormirse, Dipper negó un poco y solo siguió limpiando a Mabel.

...

Dos semanas habían pasado y el día de la presentación del familiar ante la princesa había llegado. Todos los estudiantes se encontraban formados en la entrada y mucha guardia real cuidaba de cada esquina de la institución que estaba decorada para la ocasión, en especial el jardín central donde se daría todo. Tras el recibimiento de la princesa, todos se dirigieron a jardín y tomaron asientos correspondientes para la ocasión, los puestos para profesores y la princesa estaban reservados en el frente; del lado izquierdo frente a la tarima que se había hecho estaban los de tercer año y los de primero.