¡Salieron del libro!#YTW #WOWAwards2 #FanficENaranja

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~Narrado por Lea~Estiré un poco más mi brazo y finalmente agarré la cinta aislante de mi escritorio. Tuve que apresurarme en pegarle las manos porque empezaba a forcejear con algo más de energía, pobrecito mi Gus, me dió pena verlo tan indefenso y asustado, pero el fin justifica los medios. Trás terminar con las manos corrí a por una silla y lo arrastré hasta conseguir sentarlo y atarlo a ella, me resultó increíblemente complicado, pero lo conseguí y me premié dejándome caer al suelo para descansar un poco sobre él mientras miraba a mi preciosa caza.
-Por favor-dejó escapar una leve voz de súplica-, déjame volver con Hazel.
-Lo siento, pero no puedo permitir que te marches. Tranquilo, ya lo entenderás, te aseguro que te cuidaré mejor que a mi yorkshire, al que te ahora mismo te voy a presentar. Vuelvo en seguida.
~Narrado por la escritora~
-Pero...
No le dió tiempo a terminar la frase, Lea ya se había marchado.
No parecía haber nadie más en la casa, sumida en el silencio total, de esa manera prescindió de pedir auxilio porque puede que nadie excepto la pelirroja psicópata pudiera oírle, y si ella lo hiciera vendría corriendo a taparle la boca, por lo que prefirió esperar otro momento en el que se escuchara algún bullicio significante de la presencia cercana de más gente.
De pronto, la puerta se abrió y apareció la chica con un precioso perrito.
-Bien, te dejaré aquí con Chuchi mientras voy en busca del resto. Chuchi, si intenta escaparse le muerdes.
Cuando el chico ya creía que se iba, la muchacha se le acercó y le propinó un beso en los labios, esos labios, gruesos y carnosos, con sabor a tabaco, enrrolló su lengua con la suya propia y tiró de ella hasta dar por terminado el acto. Solo entonces abandonó el cuarto dejando a su mascota y al adolescente a solas.
Avanzó hasta la cocina y cogió un zumo y un sandwich de crema de cacahuete para desayunar por el camino. A continuación, se metió sigilosamente en el cuarto de su hermano para coger la cuerda de vaquero que usó en carnaval, la cuál le sería de gran ayuda para atrapar a su próxima víctima. Finalmente, comenzó su difícil empresa, con la esperanza de regresar antes de que se despertara su familia, poseía tiempo, tan solo eran las 6:42 de la cálida mañana de un sábado.

¡Enhorabuena! Iba a actualizar otra novela pero el capítulo que tenía a medias no se me cargaba para continuarlo y decidí escribir otro de esta.
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