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-¿Nos sigue?-preguntó Patch.
-Parece que no-respondió Jace, él cual había trazado una runa en el contenedor de la basura para mirar a tráves de él-, lo mejor será descansar un poco mientras intentamos aclarar todo este asunto.
-¿Qué asunto? Yo no tengo nada que resolver, los problemas me temen tanto que se solucionan solos.
-Perdona, pero yo no voy a parar hasta descubrir qué está pasando y volver al Instituto. Y tú, Señorito engreído, me ayudarás si se precisa.
-Lo siento, no colaboro con rubios teñidos.
-¡Jacob!-gritó Lea desde algún lugar de la calle-¡Ven a aquí, mi lobito!
-¡Silencio!-ordenó Jace
-¡Peeeeta! ¡Sal aquí conmigo, te tengo preparado un buen saco de harina para tu pan!
Nuestro pobre tributo caminó a gatas hasta el demonio y se resguardó tras su espalda.
-¡Harryyyy!-escucharon los tres junto con el ruido, cada vez más leve, de unas sabrinas de lacitos chocando contra el suelo-¡Quítate la capa de invisibilidad de tu padre para que podamos jugar con tu várita!
Cuando ya no se oían más pasos, los tres soltaron un suspiro de alivio, sucedido por la aniquiladora mirada de unos ojos negros hacia un pobre "perrito" indefenso que acababa de llenar una camiseta negra ajena de mocos y lágrimas fruto del terror.
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-Emmmm, no creo que haya sido una buena idea lo de ocultarnos en un parque.-opinó Harry.
-Oh, lo siento-se "arrepintió" Edward- tendría que haberte tomado en cuenta a la hora de elegir a dónde dirigirnos, gafitas.
-¡Oye la miopía no es cuestión de risa! Discúlpate o sufrirás la furia de mis hechizos.
-Ja, no me hagas reír y guarda tu palo cutre.
-Mi...-dijo furioso el mago-no quería llegar a esto pero me temo que tendré que confesarte a quién te enfrentas.
Dicho esto se apartó el flequillo dejando ver su cicatriz.
-¡Dios, qué bueno! Me amenaza con su ramita y ahora lo intenta con una pupa, das pena chaval, ni siquiera este apestoso chucho logra caer tan bajo.
-¿He oído bien? Porque no creo que un tío con una piel tan blanca y pálida como la de un enfermo terminal sea apto para chulearse así ante mí.-le insulta Jacob.
-Por favor, soy muy superior a vosotros, no hagáis la tontería de negarlo.
-¡Pues demuéstralo chupasangre!-le retaron ellos dos al unísono.
Rápidamente, Cullen le arrebató la várita a Harry y la proyectó como un misil hacia el frondoso bosquecillo del jardín.
-¡Guau!-ladró yendo veloz a cuatro patas trás ella.
-¡Eh! ¿¡Estás loco!? ¡Estuve a punto de romperme los testículos consíguiendola!-le recriminó el brujo corriendo detrás del animal.
-Pues destrozatelos esta vez, me gustan los huevos rotos para desayunar.
-¡Dámela, chucho sarnoso!-exigió el joven intentando arrancar su arma de la mandíbula del lobo.-¡Aaaah!
Desgraciadamente, lo único que consiguió fue acabar volando por los aires hasta estrellarse contra un muro. Lo que hizo estallar a Edward, que no cesaba de mofarse de ellos.

Bueno, no tarde mucho en actualizar ¿verdad?
Estaría genial que le dieráis a la ☆ y comentaráis si os ha gustado. ♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡

¡Salieron del libro!#YTW #WOWAwards2 #FanficENaranjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora