Rose... no

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Un zombie andante. Así era como me estaba sintiendo, sé que yo fui la que dijo que debíamos tomarnos un tiempo pero aun así me sentía como si fuera una artesanía de barro: puede verse grande por fuera pero por dentro estaba muy vacía, sabía que era lo que me podía llenar pero no aun no podía, para algunos puede parecer masoquista que sepa que es lo que puede ayudar a aliviar mi dolor pero aún no lo quería perdonar, además estoy en mi derecho ¿no? 

-Oye Claire, debo decirte algo. -dijo Rose.

Ella y yo estábamos viendo en la sala viendo la tele desde hace una hora.

-¿Hum? Dime.

-Pues... hace un tiempo estoy saliendo con un chico.

-¿En serio? ¿Por qué no me dijiste?

-Porque ahora tienes problemas con Aiden y... creí que si te decía esto te podrías desanimar y eso es lo último que quiero.

-Solo porque no esté en un buen momento no significa que si mi hermana consigue novio me desanimare ¿y bien? ¿Cómo se llama?

-Se llama Gabe. 

-¿Y cómo lo conociste?

-En la escuela. -dijo y se rio-. Imagina, nuestra relación resulto ser un caso del odio al amor.

-Vaya. -me reí también-. Suena a novela.

-Lo sé.

-¿Y cómo empezó todo?

-Pues todo empezó cuando un día nos chocamos en los pasillos y se le cayeron todos los libros que tenía, yo me disculpe obviamente pero él se molestó y me reclamó, al principio me pareció un arrogante y empezamos por así decirlo una guerra pero unos días después cuando nos tocó hacer un cartel un cartel para un evento empezamos a hablar, nos dimos cuenta de que teníamos muchas cosas en común y... paso.

-Cuanto me alegro por ti. -dije abrazándola-. Pronto me lo tendrás que presentar.

-Claro.

-¿Ya lo sabe mamá?

-No, se lo diré en unos días.

-Sí papá estuviera aquí necesitaría un muñeco para el estrés.

-Sin duda. -dijo riendo.

Pobre de mi padre cuando volviera, ya no tenía a una hija que no tuviera novio y no estuvo presente para impedirlo o hacer por lo menos el interrogatorio. Ay mi pobre padre, ojalá no se corte las venas.

                                                                                   * * *

Defensa, defensa, ataque, bloqueo, contraataque y más posiciones de ataques con la espada. Milagrosamente había logrado evitar a Aiden, quizá ni siquiera estaba en casa.

Quizá está con alguna de sus amiguitas. -pensé con rabia, pague mi actitud molesta con un muñeco de entrenamiento haciendo que la espada se hubiera profundamente en su pecho.

Por Dios, Claire, el ya no está contigo. Es libre, lo sabes. No puedes estar celosa sin razón ¡Pero se anda acostando con otras! ¡Pero no eres su novia! Aish estoy pero mal en verdad, discutiendo conmigo misma, eso ya es pasarse.

Seguí practicando con la esperanza de que se fueran esos pensamientos de mi mente pero no lo conseguía, de repente me sentí mareada y empecé a ver doble, me llevé la mano a la cabeza y cerré los ojos esperando que se me pasara el malestar. Abrí los ojos y cuando trate de dar un paso se me doblaron las rodillas y caí, pero no llegue a tocar el suelo porque alguien me cogió a tiempo antes de que impactara contra el suelo.

Nuestra GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora