Nuestra Guerra

Confirmación

No podía creer lo que decía ¿embarazada? ¿Un bebé de Aiden? ¿En serio iba a ser madre? Tenía la mano apoyada en mi vientre y pensaba en todos los momentos que pase con Aiden.

– ¡Embarazaste a mi hija! ¡¿En qué diablos estabas pensando al hacerlo?! –grito mi padre a Aiden, luego dirigió su mirada hacia mí– ¡¿acaso no te eduque?! ¡¿No me esmere para que fueras una persona responsable y no te quedaras embarazada tan joven?!  ¡Pero tal parece que no lo hice bien!

–Dios no lo puedo creer –dijo mi madre–, estas embarazada y solo tienes dieciocho años.

–De todos los momentos debía estar embarazada ahora –murmuro Ben para sí mismo mientras se pasaba las manos por su cara.

–Un nieto, un nieto. Ni siquiera han acabado la secundaria –decía Mae.

– ¡Ya basta! –grito Aiden haciendo callar a todos– ¡¿creen que no estoy alterado?! ¡Pues se equivocan! No pueden culpar a Claire por todo esto, también es mi culpa, no me use protección y sé que estuvo mal, sé que soy joven para ser padre. Pero voy a tomar la responsabilidad del niño y de Claire, y me importara un centavo lo que ustedes piensen… tendré un hijo y pienso hacerme cargo con o sin su ayuda.

–Claro que cuentan con nuestra ayuda –dijo mi padre–, perdón si les hicimos creer que estábamos indignados o algo así, es solo que eso nos pillo desprevenidos.

  –Eres nuestra hija, y siempre te hemos apoyado y ayudado. Sabes que te ayudaremos y que jamás te pediríamos que no le quites la vida a alguien que aún no ha nacido siquiera –dijo mi madre.

–Y a mí me parece genial, me convertiré en tía,  si es niña le pondré muchos vestidos y le hare un peinado diferente cada día –dijo Rose con un brillo de entusiasmo en sus ojos.

–Gracias –dije con lágrimas en los ojos.

–También pido disculpas por como actué, en realidad si me gusta saber que seré abuelo, pero creo que lo mejor sería confirmarlo –dijo Ben.

–Creo que puedo hacer eso, recuéstate y súbete un poco la camisa, Claire –me dijo Alex.

Obedecí y me acosté, levante un poco mi camisa dejándola un poco más arriba del ombligo, él puso el estetoscopio sobre mi vientre y lo movió, poco después se detuvo en un punto.

 –Ahí está, escucha –dijo ofreciéndome el estetoscopio.

Lo cogí y el movió un poco la campana, empecé a oír un leve zumbido así que agudice más el oído y pude oír con bajo volumen el latido muy rápido de un corazón.  

– ¿Ese es… mi bebé?

–Así es –dijo sonriendo.

–Tengo una pregunta –dijo mi madre.

–Dígame señora.

– ¿Que no debería ser imposible que se oiga el latido? Porque supongo que ella debe tener menos de cuatro semanas.

–Si fuera un embarazo humano sí, pero en este caso, el padre –señalo a Aiden– es un hombre lobo, y ella debió quedar en cinta muy pocos días antes del ritual para cambiar o cuando ella estaba en el proceso de cambio. Como el padre es hombre lobo y ahora ella lo es entonces él bebe también heredo el gen licántropo, y en los embarazos de las mujeres que son licantropas el feto se desarrolla más rápido que los humanos.

– ¿Entonces cuánto tiempo durara mi embarazo? –pregunte.

–El embarazo te durara siete meses –respondió Mae.