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Ying se sentó en el suelo con la espalda apoyada en un muro.

-¿y? ¿ya te cansaste?  -dijo Ying con su sonrisa cotidiana.

-no es agotador, incluso me gusta. -dijo Minho mientras se sentaba.

-tu tranquilo, tu entrenamiento recién comienza. -dijo Ying con una sonrisa maliciosa. Sacó una manzana y una botella de agua.

-con que mi entrenamiento recién comienza ¿eh? -dijo Minho desafiante, se paró y caminó hacia la chica. Ying sé paró y lo encaró. Enarco una ceja.

-¿que harás conmigo eh? -dijo mas desafiante, Minho se acercó para besarla y Ying se dejo llevar por el encanto, sus labios estaban a centímetros de distancia cuando Minho le hace una traba, la empuja contra el muro y enseguida le pone las manos sobre su cabeza.

-esto es lo que aré contigo. -saca dos retazos de tela azul de su bolsillo, con una le ató las manos  en una enredadera, y a la otra se la enrolló alrededor de su la boca dejándola sin habla.

-¿ves? Ahora te ves bonita. -Ying quería insultarlo, pero prefirió no gastar palabras que no saldrían debido al paño que le impedía abrir la boca.

Minho se sentó y comenzó a comer. Ying abrió los ojos como platos al ver a Minho disfrutando la comida que ella no podría tocar.

Minho comenzó a reírse al ver a Ying intentando articular una palabra.

-lo lamento pero no te entiendo. -dijo entre risas.
Todo había sido muy rápido, Minho era muy ágil y Ying no tuvo tiempo de reaccionar.

No se podía mover, sus manos estaban atadas sobre su cabeza y entre otras cosas no le permitían sentarse.

-¿tienes hambre? - dijo Minho irritante, Ying revoleo los ojos.

-esta bien, te dejaré... -se puso de pie y caminó hacia Ying.

-...con una condición... -le quitó el paño de la boca.

-¿prometes dejarme dormir en una choza? -Ying lo miró fijo a los ojos durante varios segundos.

-depende.

-¿depende de que? -dijo Minho desafiante.

-de tu entrenamiento. -Minho apoyó las manos contra el muro acorralando a la chica. Ying se quedó mirando los ojos de Minho, iguales a los de su madre. Bajo la cabeza y miró el suelo.

-¿que tienes? -Ying lo miró con una mirada indescifrable.

-me recuerdas a...

-¿a quien? -volvió a mirarlo.

-...a mi madre, tienes esa mirada fría, esos ojos oscuros... -Minho fruncio el ceño.

-¿puedes recordarla? -Ying se limitó a asentir. Durante unos segundos se miraron de manera desconocida, hasta que un sonido los interrumpió.

-¿que fue eso?

-un... Escarabajo. Ahora sigamos. -juntaron sus cosas y siguieron corriendo.

-ya nos falta poco para llegar a la zona de los distritos. -afirmó Ying mientras corría.

-¿que son?

-es el lugar en el que se divide el laberinto. Hay varias secciones, esta la sección 5, la 6, la7, aunque por lo general no corro mucho por la siete, recorrí todas, pero por ahora corro en la seis.

-¿a cual iremos ahora?

-hoy a la cinco. -Estuvieron corriendo horas y horas por el distrito 5 izquierda, derecha, derecha, izquierda, derecha, izquierda, izquierda... Así durante horas hasta que decidieron volver.

 The Maze Runner (Minho) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora