Love Yourself. (EDITANDO).

Capítulo 1.

VIERNES

—Entonces quiero una moto. —suspirando, me siento en el sofá.

—Tienes 16. —papá rodea los ojos y se cruza de brazos.

—¿Y eso que?, falta poco para cumplir 17. —le guiño el ojo.

—No tienes ni la edad, ni licencia y menos mi permiso. —grita.

—Tienes razón con lo de la licencia y mi edad, puede ser un obstáculo, pero... ¿tu permiso?, eso da igual. —reí y me crucé de brazos.

—Pues si es así, a mi no me interesa comprarte una moto y menos seguir escuchándote mocosa, en que estúpido momento se me ocurrió traerte, vete a tu cuarto. —señaló mi habitación.

—Y a mi no me importa nada que venga de ti ni de nadie, ¡te odioo!, debiste pensar eso antes de acostarte con la sirvienta, si no hubieses engañado a mi mamá, seguiríamos siendo una familia. —grite exaltada y me levante del sofá.

—Bien Sarah, haz colmado mi paciencia, ¡te vas con tu madre!. —esa palabra "Madre", adiós Canadá, adiós vida.

—No no, no me puedes hacer esto papá, es mi último año en la escuela, ¿que va a pasar con mis amigos, mi novio, el colegio, mi vida?, todo esta acá. —mi voz temblorosa se volvió en mudez, la chica fuerte acababa de ser derrotada.

—Haz tus maletas ahora mismo. Te vas mañana en la tarde. — agarró su celular de la mesita y una agenda.

—¡Pero que exagerado eres!. —tiré un cojín hacia el piso y lo pateé.

—A tu cuarto. —cerró los ojos y se agarró la sién.

Sarah, intentando no llorar respiro hondo y corrió hacia su cuarto, por otra parte el papá de Sarah se desplomó hacia el suelo y soltó a llorar en silencio, agarró el teléfono y llamó a Yunny, su ex esposa.

—Buenos días Leo, ¿ahora que quieres?. —dijo desganada.

—Se trata de Sarah.

—No me asustes, ¿le pasó algo?.

—No, ella esta perfecta, soy yo el que te la quiere devolver.

—¿" Devolver"?, nuestra hija no es ningún objeto Leonardo. —subió el tono de voz.

—Lo siento, no quería decir esa palabra exactamente, ya no puedo mas con ella, en fin, ¿aceptas o no?.

—¿Que a hecho ahora?, por supuesto que si. —reía sarcásticamente.

—Prefiero no hablar de eso, llega mañana mismo en la noche. —tomó su agenda y empezó a buscar contactos.

—Okay, una pregunta. —dijo divertida.

—Rápido, porque no tengo más tiempo. —dijo serio.

—¿Que paso?, ¿acaso no sabes criar a una mocosa?. —Yunny rompió en carcajadas.

—No diré nada, ya verás cuando llegue a tu puerta, suerte. —colgó.

FIN DE LLAMADA.

—Entonces, ¿te iras para siempre?. —asentí con la cabeza mirando hacia la nada.

—Me mandará con mi madre. —Caleb me miró con tristeza, agarró mi mano y propuso algo.

—Escapemos, sólo así no te separaran de mi. —besó mi mejilla y sonrió.

—No no no y no, ¿a poco no te imaginas?, mi papá buscándome por toda la ciudad, país y el mundo, sería inútil. -me negué y solté su mano, fruncí el ceño.

—No me amas, ¿cierto?, no lo suficiente o quizá casi nada o nada como para hacer lo posible para que no nos separemos. —no lo amaba.

—Claro que si Caleb, solo que... —rodee los ojos.

—No suenas tan convincente, pero no importa, yo si te amo Sarah, eres la primera chica de la que me enamoró, no puedes irte. —me abrazó y yo solo quería desaparecer de ahí.

—Ya esta decidido, ¿tu crees que quiero irme?, por supuesto que no, pero así lo dice mi padre, más bien, adiós, iré a casa antes de que el señor se despierte. —me levante de la silla, fui hacia la salida de la cafetería y salí.

—¡Sarah!, espera. —pare, Caleb me alcanzó, me cogió de las manos, se acercó a mi y me besó.

—Iré contigo, no me importa dejar todo acá, pero iré contigo amor. —sonrió convencido, entrelazó nuestras manos.

—No. —su expresión facial cambio bruscamente.

—Amor disculpa, no escuche bien, ¿que dijiste?. —sonrió nervioso y apretó mi mano sin querer.

—Que no. —lo solté, me di vuelta y me fui, lo quería, pero no lo amaba, el se merecía algo mejor, a alguien mejor, alguien que lo ame tanto como el me amaba a mi y esa no era yo.

—Yo se que tu también me amas Sarah, se que solo estas un poco confundida, pero no importa estaremos siempre juntos. —gritó Caleb con la voz algo rota.

Lo miré, su cilueta iba achicándose gasta que desapareció, llegue a mi casa, ya era de media noche, me pase todo el día pensando en que iba a pasar, que podía hacer para quedarme, no estaba dispuesta a dejar todo, algo iba a hacer.

Fui hacia mi cuarto, justo cuando iba a echarme del cansancio, vi un sobre anaranjado y venía una nota, decía:

..."Aquí esta tu pasaje a NY, el vuelo sale a las 6pm. Se puntual, cualquier cosa llámame, será mejor que nos veamos en un largo tiempo, te quiere:

Tu padre.

—¡Lo odio!. —perfecto, pensé.

—Encima que me manda a otro mundo, me deja sola, listo, me rendí. —las lágrimas empezaron a salir de mis ojos, no me quería ir de aquí, ya me había acostumbrado, pero lo haría, le daría la contra a mi padre.

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