Capitulo 4.

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-Este uniforme es horrible.

-Señorita Sarah, su madre me dijo que lo deje aquí, dijo que lo utilizara sólo los miércoles.

-Llevate eso, menos mal que hoy es lunes.

-Esta bien, no se preocupe, con permiso. -salió de mi habitación.

-¿Ahora que me pongo? .-me levante y fui directo al baño.

Me lave los dientes, me di un duchazo, y salí directo al closet, eran las 7:00 am.
Tenía sólo media hora.
Me puse unos shorts negros, un top color blanco con letras negras y unas zapatillas.
Me maquille y me vi al espejo, me veía hermosa, baje las escaleras y al salir...

-Señorita, ¿a donde cree que va?.

-Al estudiar. -Pedro río

-Yo te llevaré.

-No, gracias, conozco el camino, además esta cerca, y ya no soy una bebé.

-Son órdenes de su madre señorita. -abrió la puerta del coche.

-Bueno, ya que. -subí y nos dirigimos hacia la escuela.

-Llegamos, ¿gusta que le habrá la puerta o la deje a dentro?. -reí.

-No Pedro, gracias. -el hombre de piel morena me sonrió y me deseo un buen día, yo baje y el carro arrancó.

Sarah da un suspiro y camina imponente, todos la miran, es una chica muy guapa, varios la saludan sin conocerla, ella esta acostumbrada, se ve muy relajada pero ¿alguien se acordara de ella?, imposible, a cambiado tanto que no. Y ahí viene, la típica chica que se cree la mejor del colegio.

-Sarah, ¿que tal?, bienvenida. -dijo una rubia con ojos claros y cabello corto.

-¿April?, hola. -salude a ella y a sus otras dos amigas.

-¿Estudiaras acá?. -no, soy la de limpieza, tonta, pensé.

-Si.

-Que bien, algo me dice que nos llevaremos muy bien. -me abrazó y sonrió.

-¿Cuál es nuestro salón? .-vi que unos chicos guapos hacían de las suyas con un tonto, le empujaban, le quitaban los lentes y tiraban sus cosas en todo el patio.

-Sigueme.

Pase al lado de ellos, el salón esta a cinco pasos del patio, todos nos lanzaban piropos y decían cosas como "Presentanos a la nueva u cosas asi".

-Calla idiota. -dijo una morena que iba con nosotras.

Sonó el timbre y todos entramos a clases, excepto alguien, el chico de gafas quiñadas se quedó afuera, recogiendo sus pertenencias.

-Que esperas Bennetti, entra. -el chico de gafas volteó y entró al salón de clases.

-Buenos días alumnos, soy la profesora Lissa Raboltt, seré su tutora todo el año escolar, muchos ya me conocen, pero también hay varios nuevos que no, vamos a empezar el la, presentándonos, primero los nuevos
Ehhh...empieza tú. -señaló a un chico guapo.

-¿Yo?, me llamó Gino.

-¿Tu apellido?

-Wissig.

-Bien y ¿usted señorita?. -me miró.

-Soy Sarah Thompson. -recibí la atención de todo el salón, de los 20 alumnos en total, pero alguien me observaba, tímidamente.

Así pasaron dos horas, presentándonos y contando que habíamos hecho en el verano, lo típico, hasta que tocó el timbre, hora de refrigerio.

-Vamos a la cafetería, allí hay una señora que vende unas cremoladas, ¡buenisimas!.
-resaltó una pelirroja.

-¿Quieres ir Sarah?. -April me miró.

-Si, vayan yendo, yo voy en un momento. -asintió con el rostro y se fueron.

Sarah se quedó con unos cuantos más en el salón, estaba sola cuando de pronto se le acercaron tres chicos.

-Hola preciosa, me llamó Zac. -unos labios rosados me saludaron con un beso en la mejilla.

-Hola, soy Sarah.

-Lo sabemos, eres nueva, ¿eh?. -reí, era obvio, o no.

-Ajá. -sonreí y le di la razón a un chico de ojos azules.

-¿Quieres ir con nosotros a la cafetería?. -dijo el más guapo de los tres.

-Lo siento, ya e quedado, adiós. -les rechacé y salí del salón.

Saliendo de ahí, un tonto dejó derramar toda su soda helada sobre mi, estropeando mi top blanco y helando mi cuerpo.

-¿Estas ciego o que?, eres un idiota. -lo empuje y cayó al piso.

-Lo siento. -Andrew se levantó del piso.

-¿Tu otra vez?, Déjame en paz y la próxima ten más cuidado, ¿quieres?. -estaba furiosa.

-¿Que paso preciosa?, ¿este tonto te esta fastidiando?. -dijo Zac.

-Si, es un torpe. -me fui.

-Te vamos a enseñar que es no meterte con una dama. -Zac y sus dos amigos preparaban sus puños.

-N-o no ha sido a pro-pr-opósito, fue casual, lo juro. -empezaron a golpearlo hasta dejarlo en el piso.

En la cafetería...

-Ay querida, no te preocupes, nosotras siempre traemos ropa de repuesto, esta claro que esos tipos de accidentes siempre nos pasan a las más bonitas. -April se paro de la mesa y me llevó con ella hacia su casillero.

-Gracias, ese imbécil me cago el polo.

-Andrew, es un torpe, ni se te ocurra juntarte con el o defenderlo, tu reputación sería 0, mujer. -April me advirtió.

-¿Estas bromeando?, ese chico es un come libros. -me ofreció una camisa manga corta rosa.

-Que bien que pienses así, ¿te gusta esta o quieres otra? -preguntó arqueando una ceja.

-No, esta esta bien. ¿Vamos?.

-Vamos.

El día se pasó rápido y yo me quede pensando toda la tarde en Andrew, no lo hizo a propósito y por mi culpa lo golpearon, quizá fui muy directa y le debería pedir disculpas, espera, no, ¡Tu Sarah, tu nunca te arrepientes de nada!.


* * *


Love Yourself. (EDITANDO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora