•Capitulo 1: El encanto de los humanos

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    ++Fubuki++ 

Para mi no hay nada mejor que las mañanas, la única parte del día donde me puedo alejar de toda la rutina diaria de un lobo, fuera de todos los rumores que hubiese sobre los humanos y lo que nos hicieron hace años; a mi siempre me ha encantado ir a las afueras del pueblo.

Salir con toda la cautela y el cuidado para no ser visto es muy sencillo, era necesario que me tuviera que cubrir siempre las orejas y mi colita, una capucha roja era mi única manera de lograrlo; suelo traer conmigo mi diario y un algunos carboncillos para dibujar...exacto, no son cosas que debería hacer pero amo tanto dibujar lo que veo y en especial al loquillo de Phoenix, un petirrojo que al igual que yo nos damos al sueño de poder ver mas de lo que hay de este pueblo; bien podría hacerlo, pero como mi único amigo me prometió no hacerlo sin mi. El sol aun se mantenía oculto entre las montañas, aguardando al momento preciso para salir y brillar.

Primera parada: el lago, dicen que los hábitos se adquieren, no se nacen con ellos, tal vez sea verdad; un chapuzón ahí es perfecto, curiosamente el agua nunca esta tan fría, siempre cristalina, y ah... ¿que, es esto? Un sujeto había llegado antes que yo, dios es un humano, ¿ahora que hare? en los últimos años, bueno el tiempo en que he venido, jamás ha venido ninguno de ellos, relájate Fubuki...

¿Oye Phoenix, que hacemos?-pregunte mientras me mantenía entre unos arbustos.

No se, pero será mejor que nos vayamos, ¿que tal si es un cazador?, podrías estar en peligro-responde con algo de preocupación.

Bueno, asómate, si trae un arma me gritas; no te preocupes los humanos no te entienden a las aves-sugerí.

ja ja ja, graciosito-bueno, extrañas coincidencias, la naturaleza nos sonreía o tal vez nos miraba de un feo modo; aves, peces, reptiles e insectos no pueden ser comprendidos por los humanos y solo los mamíferos podemos, ejemplo nosotros los lobos...al mismo tiempo viene a mi mente las reglas básicas para viajar de un Canis Lupus, traducción: un lobo gris.

1. Nunca interactúes con humanos, pase lo que pase.

2. No ataques si no eres amenazado

3. Evita mirarlos a los ojos.

4. Procura salir con algún acompañante por cualquier situación.

5. Jamas, nunca en tu existencia, por nada del mundo debes dejarte tocar por alguno de ellos.

Y como 483 reglas mas, bueno...-al parecer no es ningún cazador pero no creo que sea buena idea que vayas para allá en unos 10, 20 minutos-viene a mi y dice todo esto...

¿Porque? si no es cazador todo esta bien-¿acaso la curiosidad me estaba tentando?

A ver Fubuki, ¿que parte de "no es buena idea" no entendiste?, entiende que yo soy un ave y puede que no me pase nada, pero y, ¿tu? vámonos-en parte tenia razón, pero bueno, jamás había visto un humano; dicen que son criaturas extrañas, horribles y según algunos lo peor de este mundo; capaces de crear armas para acabarnos y todo lo que se le ponga enfrente, se hacen llamar dueños del mundo y que son muy sucios...bueno al menos este se asea, creo.

Esta bien, pero mañana vendremos, bueno vamos-salí de entre los arbustos y tome el camino para ver al dichoso humano, me escondí detrás de un árbol que estaba enfrente de el...

¡Fubuki, por ahí no, vámonos por el otro lado!-gritaba una y otra vez, ¡ay no! volteo, rayos; si estoy asustado, pero debo mantenerme tranquilo.

Phoenix se acerco hacia donde estaba su ropa, se puso a cantar esa cancioncilla con la que solemos jugar.

¿Que tal amiguito?-se acerco hacia el; bueno a Phoenix no le a hecho nada-dime, ¿tienes hambre? ven...-ahm...acaso el esta... ¡no veas, no veas! ahora no podre quitarme su imagen de mi cabeza, au...ahora si quiero irme por el otro lado, ya esta distraído; a escapar se ha dicho.

Al parecer traía algo para darle de comer, un ultimo vistazo y...demonios-¿quien esta ahí?-entre querer salir corriendo tire mis cosas, si viene aquí no se que hare; rápidamente me regrese a la copa de un árbol, bueno al menos ya se cubrió con algo pero ya perdí mis dibujos.

Cuanto espere en el ese árbol, no se pero ya casi sale el sol y eso quiere decir que ya debo regresar; bueno ya se va al menos, esperen ahí viene otro.

Señor, ¿que hace aquí?-pregunta un niño pelinegro.

Nada; lamento haberme salido así, pero sabes que no me gusta estar encerrado-respondió mientras acomodaba su chaqueta.

Pero usted sabe que no puede irse de esa manera, podrían despedirme-parecía preocupado.

Ya se, ¿dime ya despertaron?-esa mirada que tiene, es muy extraña y aterradora.

Aun no señor-

¿Y Yuuka?-

Ella ya y al parecer se puso a buscarlo por los alrededores-

Entonces vámonos, noquiero que le pase algo-dicho se fueron, en fin hora de irme.    

Contra la NaturalezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora