Advertencias.

Capítulo 1

El tiempo avanzaba con lentitud, el profesor de química hablaba de quien sabe que formulas... mi vista estaba perdida en Logan su actitud tan... arrogante algunas veces otras tan calmado, quisiera estar cerca de él, conocerle más a fondo

-Señorita Wells, la veo muy interesante ¿gusta de pasar al frente y explicar la clase? –Hablo el señor Bensond.

¿Qué? ¿Yo?

-Señorita Wells –Repitió con firmeza mi apellido.

-No estaba prestando atención a su clase, señor Bensond –Admití

-Oh –Murmulló.- ya veo, puede salirse de mi clase, Señorita Wells...

-Profesor... -Iba a decir pero me interrumpió

-Fuera de mi clase, Señorita Wells. –Gritó

Tomé mis apuntes y mi mochila y salí del salón de química.

Genial, había perdido una hora de clase

-Eh, señorita Wells –Le escuché gritar mi apellido.- ¡La veo después de la jornada, en el salón de castigo! –Dijo y cerró la puerta

Me lleva el que me trajo.

Anduve por los pasillos de la escuela hasta que encontré el lugar donde estaba mi casillero 103B para ser exactos, metí mis apuntes ahí y saqué mi celular, me recosté en el suelo a esperar que pasaran 45 minutos

Tenía dos mensajes de mi hermano Ed

Ed:

Enana, papá llegó de su viaje. Saldremos hoy en la noche para cenar, te esperamos.

Ed:

Dice que ya te quiere ver, creo que me empieza a cambiar por ti:(

¡Papá estaba de vuelta!

Me:

Vale, mandadle saludos, nos vemos en la noche Ed.

Note su cuerpo tensarse, oh no.

Algo malo le pasó, siempre se tensa cuando algo malo le sucede, él es un misterio, o tal vez sólo lo sea para mí

-¡Me echó! ¡El capullo me echó! –Escuché que le decía a su mejor amigo, Matt

-Nos echó Loga, nos echó –Le corrigió

-Y sobre todo me manda para su estúpido salón de castigo, ¿es que acaso cree que no tengo asuntos más importantes? –Dijo, momento... salón de castigo dijo...

Esto sería bueno

(...)

Y así es cómo finalmente llegó la hora de ir al salón de castigo, me encontraría con Logan, pero ni siquiera sería algo fuera de lo común, él y yo coincidíamos en varias clases, pero nunca me había decidido por hablarle

-¡Eh, Lucy! –Me llamó Victoria

-Vic, ¿qué haces? –Dije al verla.- ¡Pensé que ya estabas rumbo a tu casa!

-Es que no te vi en el descanso, así que apenas te veo, el señor Bensond dejo un trabajo –Explicó.- estás en mi grupo –Dijo con una sonrisa

-Nada fuera de lo normal, Vic –Dije y le devolví la sonrisa.- ahora... debo ir al salón de castigo del señor Bensond, adiós Vic –Dije y le di un abrazo de despedida

Seguí nuevamente mi camino por los pasillos hasta encontrar el salón de castigo del señor Bensond

Abrí lentamente la puerta de cristal, y encontré al señor Bensond detrás de un escritorio de madera con su Laptop, divisé un poco del salón y de los que ahí se encontraban

Sólo Matt, Logan, un chico que no conozco, y otra chica llamada Ariadne.

Me senté en una de las sillas que quedaba justo al diagonal de Logan, quien se encontraba aún tenso y con la mirada fría

Observarle por durante tres meses me ha llevado a conocer ciertas cosas de él, cosas que hasta él mismo puede ignorar.

-¡Hey, tú! –Escuché la voz de Matt dirigida hacía mí

-¿Eh?

-¿Lucy, no? –Preguntó

-Sí... -Respondí dudosa

-Lucy, podrías por favor prestarme tu móvil –Preguntó.- el mío se ha descargado y el de Logan igual –Dijo y volteé la mirada hacía Logan quien se encontraba mirándome, ligeramente quité mi mirada de la suya

-Uh... sí, claro –Dije sacando el celular de mi bolsillo trasero, le desbloqueé y se lo pase a Matt

-Gracias, Lucy –Dijo y salió del salón, no sin antes haber pedido permiso al señor Bensond

Pasaron cerca de 10 minutos y Matt seguía sin llegar, ¿debía preocuparme?

-Perdonadle –Habló Logan, jodido todos, Logan me está hablando.- seguro se entretuvo con alguna chica, dejadme ir a buscarle –Dijo y sin antes de que pudiese responderle algo él ya salía.

Cinco minutos después regreso Logan con mi celular en sus manos

-Ten –Dijo entregándomelo en mis manos, mis manos y las suyas tuvieron un pequeño roce, él se me quedó viendo, y por primera vez en lo que llevo observando a Logan, pude sostener mi mirada con la de él.- uh... gracias, supongo –Dijo rascándose la nunca