Frente a la joven un esqueleto sonriente le extendía la mano, un suspiro pesado le hizo dudar si estrecharla o no. Éste mundo subterráneo es cada vez más confuso, sus habitantes terroríficos, sus intenciones jamás buenas, después del trago amargo que vivió con Toriel, acceder sería un error...¿Pero existía otra alternativa? Nadie podía asegurar que no le haría daño al negarse.
- Oh vamos, no me dejes así, niña. -Alegó aquel personaje que parecía gesticular una mirada maliciosa.
Desconfiada, la humana acercó su diestra temblorosa. Flowey alarmado, se deslizó rápidamente y mordió la manga del suéter negro, halándolo a la par que regañaba entre dientes.
-No, no, no, no, ¡No! ¿Qué haces? ¿Te volviste loca? No te acerques a él.-
El esqueleto liberó una risa ronca. Cuando ambas manos se tocaron, una fuerte corriente eléctrica llegó a quemar la palma de la humana, se retiró al instante retrocediendo varios pasos fugazmente. El quejido acompañado de un gesto de dolor, pintaron en el rostro de Flowey una mirada incrédula.
-¡Auch! Tsss...-Se quejaba la chica, agitando la mano con la esperanza de que el dolor desapareciera.
-Te lo dije.-Refunfuñó la flor que entrecerraba los ojos, con muy mal humor, siendo llevada por los movimientos agitados de la contraria.
Una carcajada se escuchó por parte del individuo frente a ellas, sus esqueléticas manos se situaron en los bolsillos, parecía satisfecho de realizar aquella broma de mal gusto. En éste lugar a cada monstruo le es placentero disfrutar del sufrimiento ajeno.
-El saludo "Electrizante", jamás falla...Hehe... Soy Sans, Sans el esqueleto.-Enmudeció unos segundos, inspeccionando de pies a cabeza a la joven y a su Adonis acompañante.- Justamente estaba de patrulla por estas zonas, al verte me pareció que debía seguirte... No tienes pinta de ser de éstas tierras, ¿Cómo es que un humano llegó a parar aquí?
-¡No es de tu incumbencia!- Le exclamó Flowey, que enroscada en el dorso de la diestra, culminaba al esqueleto con miradas groseras, no toleraba que hirieran a su amiga.
-Heh... No te hablaba a ti, capullo...-Replicó, ensombreciendo la calavera de su rostro lo que llegó a intimidar a la Adonis.- Si piensas en avanzar te recomiendo ir con precaución.
-Huh...¿Que hay más adelante?- La humana sentía curiosidad.
El esqueleto amplió la sonrisa, musitando palabras ahora burlescas.
-Mi hermano... Es un gran fanático de humanos, su pasa tiempo es capturarlos... Hehe... También ten cuidado donde pisas, sus trampas nunca fallan...- Se rió por lo bajo, iniciando una caminata a retirarse.
Helada hasta los huesos, la chica tragó saliva, aplacando los nervios recibidos. Había un esqueleto más, con tal advertencia de por medio temía por su vida. Con las manos contra su pecho, observó la espalda del monstruo que la abandonaba.
-¿Por...Por qué me estás ayudando? Quiero decir...Diciéndome estas cosas...Tú...-
Él la interrumpió.
-Te equívocas, niña. No me interesa ayudarte en lo absoluto, podría matarte ahora mismo si lo desease... No me costaría arrebatar tu preciosa alma de ese cuerpo tan inútil. Pero... Tengo curiosidad, quiero ver que tan lejos eres capaz de llegar.-
Sans le miró en ese entonces por sobre los hombros, el diente dorado reflectaba la cara de horror de ambas intrusas. La cavidad de su ojo se iluminó en un orbe blanco de gran tamaño que la observaba con amenaza.
-No te confíes niña, Date por MUERTA.-
Calladas, ambas presenciaron como el esqueleto se perdía entre la niebla distante. Los hombros de la humana temblaban más que por el frío, por el temor que la consumía. Flowey escaló hasta su hombro y con sus pequeñas mejillas talló la piel suave del cuello de su amiga, la perfumó con esencia floral, no podía abrazarle, pero de esa forma le consolaba. Que impotencia tan grande, no poder proteger a alguien que quería.
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Fallen in the abyss (UnderfellxReader)
FanfictionHas caído en el abismo, estuviste inconsciente alrededor de varias horas. No recuerdas tu nombre, estás adolorid@. Para tu suerte alguien acude a tu auxilio. Una flor dorada. Juntos emprenderán un viaje por el mismo infierno, la prisión de abominabl...