La luz exterior acompañaba a un aullido profundo del viento, trayendo consigo copos de nieve que no tardaron en envolver a la humana en su suavidad, la llevarían consigo a un nuevo mundo, las afueras de la ruinas. Un amplio y basto bosque de pinos desnudos, las hojas de sus tallos murieron para ser reemplazadas por el blanco gentil de la nieve, la chica corría aún, dejando una estela carmesí en su camino, sangre que desvaneció cuando las suelas de los zapatos se limpiaron con la humedad del pavimento.
Mientras más se alejaba de las ruinas, la nieve bajo sus pies ascendían hasta nivelar sus tobillos, las huellas detrás son sutilmente eliminadas con los copos blancos descendientes. La respiración agitada de la humana formaba constantes nubes de humo al exhalar. Flowey era quien mantenía la vista fija en la retaguardia, era el ojo que avisaría las noticias nuevas.
El grito agudo de Toriel en desesperación, alcanzaban los oídos de la joven, un llanto increíblemente lejano, pero justo lo que necesitaba para aligerar sus pasos y dejarse caer arrodillada en la nieve. Su corazón latía tan rápido que su pecho dolía, necesitaba tomarse un respiro o de lo contrario colapsaría.
-Eso estuvo cerca...-Susurró Flowey que reiteradas veces sacudía sus pétalos, sacándose la nieve de encima.
-Ahh...S-si...- entre jadeos la chica se echó al suelo, se acostó en la nieve mullida, perdiendo la mirada al vacío.
La flor, se enroscó en su mano, reposando la cabeza sobre el dorso de la misma, desde su punto de vista el pecho de su amiga sufría tal taquicardia que los latidos hacían vibrar la tela de la ropa. Citó en su mente la conversación tan extraña que tuvo la chica con la nada, invadiéndole de confusión.
-... Oye...-
-¿Que quieres Flowey? -Replicó casi sin aliento.
-¿Que fue aquello de antes? Estabas... Hablando sola.-
La imagen del chico castaño y ojos rojizos invadió su mente, la voz grave del mismo trayendo recuerdos difusos le dio una punzada en la cabeza, su amnesia se rehusaba a brindarle información del pasado. Con la diestra sobre la frente, frunció el ceño y suspiró con pesadez.
-No sé como explicarlo... Era un chico, pero... Su voz resonaba en mi cabeza, me hizo ver cosas que me parecían familiares.-
-¿Cosas familiares? ¿Recuerdos?-
-Eso creo... Parece conocer más de lo que yo, respecto a mi misma... Me gustaría verle de nuevo...-
Un silencio de alrededor un minuto y medio, despertó la curiosidad de la humana, fijó la mirada en la flor que por algún motivo parecía sorprendida.
-¿Qué?-Enarcó la ceja.
-Es que... Por la forma en como lo dices... ... ... ¿Te gustó ese chico?-
La joven no pudo evitar desubicarse, brindándole ahora a la adonis una mirada incrédula, con la diestra libre, recogió una pequeña cantidad de nieve y la dejó caer sobre la flor en espera a que le ayudase a pensar con más lógica.
-¡Uwaaaahh! ¡Que frío!-
-¿Cómo va a gustarme alguien que acabo de conocer? Mejor enfría tus pétalos, estás malinterpretando las cosas.-
Volvió a reposar la cabeza en la nieve, fijando la vista a los pequeños copos que descendían, les permitía posarse en sus mejillas transmitiendo el frío invernal. Flowey con las hojas de sus tallos se limpiaba los pétalos, los aflojó de la corola. La chica no podía remover al joven de su mente, deseaba más que nada conocer su pasado, que clase de cosas dejó atrás, él tenía que saberlo, si fue capaz de mostrarle un poco entonces podría enseñarle el resto.
El crujir de una rama partiéndose a algunos metros de distancia irrumpió la paz del silencio, la humana y la flor se reincorporaron al instante, alertas, dirigieron la mirada al origen del sonido, más no había nada.
-¿Toriel?- Cuestionó la flor.
-No lo creo, de ser ella estaría gritando toda histérica.-
-Entonces es algo más...-
-Y no nos quedaremos para averiguarlo.-
La chica se levantó del suelo, sacudiendo sus prendas de la nieve impregnada, luego miró por última vez el camino que ya recorrió en esperanzas de hallar al responsable de irrumpir su descanso.
-Tú avanza tranquila, yo me encargo de vigilar detrás.- Murmulló la flor, apaciguando los nervios de la contraria.
Ella asintió, se movilizó avanzando por el amplio campo, intentaba definir algún punto de guía que la condujera a una nueva área, sin embargo a medida que se adentraba a lo desconocido; la serie de pinos se volvían más tupidos. La trayectoria culminó cuando se halló con un barranco profundo, un puente de madera tapizado con nieve, conectaba el extremo con otro, a una zona difícil de definir por la neblina que se formó a medio camino.
-¿Será seguro? Me da mala espina... ¿Que tal si se parte la madera y nos caemos?- murmuró la adonis dorada que se giró a mirar el puente, junto a su amiga.-
-¿Me estás llamando gorda?-Le miró de reojo.- Relaja, no nos pasará nada.-
Los pasos que la muchacha dio sobre la madera, fueron interrumpidos por una voz grave, burlesca, alguien que las estuvo siguiendo todo éste tiempo. Flowey quedó rígida del pánico, no podía girarse y alertar a su amiga que clase de monstruo era, la chica en cambio, tragó saliva y mantuvo la calma, sabia que si caía presa del miedo, sería un blanco fácil para aquel ser que las atrapó de imprevisto.
-Hey, niña... ¿No sabes saludar a un nuevo amigo? -
La humana se dio vuelta lentamente, sus ojos apreciaron una mano esquelética extendida hacia ella, alguien que deseaba estrechar y formar lazos amistosos. Sus ojos siguieron recorriendo aquel personaje, portaba un saco invernal negro con capucha bordeada con lana mullida blanca, un suéter rojo debajo del mismo, denotaban las clavículas por sobre la tela, ese individuo era un esqueleto de amplia sonrisa, el colmillo resaltante en su dentadura estaba fundido en oro, la cavidad oscura de sus ojos le hicieron retroceder, él sólo liberó una risa ronca, agitando la mano en espera de la contraria.
-Jeje...¿Que sucede? ¿Tienes...miedo? -
-____, Tengo un mal presentimiento sobre esto...- Susurró la adonis a los oídos de la humana.
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Nos vemos en el próximo capítulo. ♥
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Fallen in the abyss (UnderfellxReader)
FanfictionHas caído en el abismo, estuviste inconsciente alrededor de varias horas. No recuerdas tu nombre, estás adolorid@. Para tu suerte alguien acude a tu auxilio. Una flor dorada. Juntos emprenderán un viaje por el mismo infierno, la prisión de abominabl...