26/01/16 00:23

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Alan se acaba de ir. Después de mi última entrada, estaba sola en casa con Alan, pero solamente 5 minutos después, Alan me aparto la cabeza de su regazo, me quedé mirándole durante unos segundos y cuando pestañeé, me besó. Estaba desconcertada pero le devolví el beso, no sabía lo que hacía, pero lo hice. Fue como si una bomba de menta y caramelo explotase en mi interior, mientras unas cálidas y suaves manos me envolvían para protegerme. Lo tuve claro, mi destino era estar con Alan. Puse música y bailamos al ritmo de un tango intenso a la vez que profundo, convirtiendo la habitación en un escenario sin público delante, en el que pudiéramos bailar durante toda la noche, sin interrupción alguna. Nuestras manos se cruzaron, nuestros cuerpos se inundaron de pasión, pero lo más importante, es que sentíamos y sabíamos que nos queríamos el uno al otro.

Elegí el baile y te fuisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora