Grito en medio de la muchedumbre,
y grito con la voz rotunda, arrolladora y terminante. Oíd, hijos míos,
hombres, mujeres, adolescentes, familiares y amigos…… oíd:
La canción va a llegar a su clímax,ha pasado el preludio de las flautas
y de los acordes sencillos tocados con ágiles dedos….. Siento ya el retumbo precipitado del final, gira mi cabeza,
la música trepida (no es música de órgano),
y hay gentes a mi alrededor que no son mis parientes. Oíd todos:
Simpre la tierra dura,
siempre los que comen y los que beben, siempre el sol que asciende y el sol que declina, siempre el aire
y las mareas incesantes,
siempre yo y mi vecino amables, perversos….. humanos, siempre la vieja pregunta inexplicable, siempre la espina en el dedo
y siempre los gritos de la congoja y del hambre.
Siempre el azuzante ¡hala, hala! hasta que descubrimos el taimado que se esconde y le hacemos salir, siempre el amor
y siempre el líquido sollozante de la vida…… siempre el pañuelo sujetando la mandíbula del difunto y siempre el túmulo de la muerte.
Por todas partes, ojos que buscan monedas en el suelo, cerebros que se estrujan para alimentar la voracidad del vientre; por todas partes, revendedores, hombres que toman boletos, que los compran y que los venden, y que ni una
sola vez van a la fiesta;
por todas partes gentes que sudan, gentes que aran, gentes que trillan; por todas partes la burla de una paga ruin….. y los ricos perezosos que reclaman el tgrigo sin cesar.
Esta es la ciudad.
Y yo soy un ciudadano de la ciudad.
Y lo que interesa a los ciudadanos de la ciudad me interesa a mí: la política, la guerra, el periódico, el mercado, las escuelas, el alcalde y los consejos, los bancos, las tarifas, las fábricas, los vapores, los bienes raíces y los bienes mostrencos.
Ya sé quiénes son ésos:
Esos pequeños maniquíes que se mueven a mi alrededor vestidos de cuello y de levita, ya sé quiénes son. No son pulgas ni gusanos. Son réplicas mías.
El más débil y el más superficial es tan inmortal como yo. Lo que yo hago y lo que yo digo es cosa suya también, porque el mismo pensamiento que forcejea en mí forcejea en ellos.
Conozco muy bien mi propio egotismo, conozco mis inclinaciones omnívoras
--no puedo escribir ni un verso menos— y te buscaré a ti, quienquiera que sea,que vas en la misma corriente que yo.
Esta canción no es rutinaria.
Está hecha para preguntar ásperamente, para saltar hacia delante y traerlo todo más cerca: aquí está el libro impreso y encuadernado….. pero ¿dónde están el impresor y el aprendiz? Aquí hay unas fotografías muy bien tomadas….. pero ¿y tu mujer y tu amigo están apretados y seguros en
tus brazos?
Aquí está el barco gris, con clavos enormes de hierro, y los cañones poderosos en las torrecillas blindadas...
pero ¿y el arrojo del capitán y de los maquinistas?
Aquí está la casa con el ajuar, la comida y el mobiliario….. pero ¿y el dueño y los invitados? ¿Dónde está la luz de sus miradas? El cielo está allá arriba……. pero ¿está aquí, en la casa que sigue y en la casa de enfrente? Los santos y los sabios están en la historia……. pero ¿y tú? ¿Dónde estás tú?
Sermones, credos, teologías….. pero ¿y el cerebro insondable del hombre? Y ¿qué es la razón? ¿Qué es el amor? ¿Qué es la vida?
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Canto a mi mismo -Walt Whitman
Clásicos"Quedate conmigo hoy, vive comnigo un día y una noche y te mostraré el origen de todos los poemas"