Mistakes.

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La carrera término, perdí dos millones.

- ¿No te afecta haber perdido?.

Niego con la cabeza, la verdad no me afecta en nada.

- No, no me afecta.

Llegamos a casa, apago las luces exteriores del auto,

Giro para hablar, para que ya se baje.
Pero me arrepiento.
Me mira con la ayuda de la iluminación interna del auto, sus ojos azules me miran con cautela. Observando cada movimiento que hago.
Estoy atrapada, sus ojos mantienen el brillo por la iluminación. Logró articular una palabra

- Bueno, abajo.

Abro la puerta y salgo, dejándolo a el y mis cosas dentro del auto. Camino hacia la puerta de casa, saco las llaves de mi bolsillo del pantalón. Las coloco en la cerradura de la puerta y jalo el pomo, al abrir, la calidez del living me recibe; dejo las llaves en la mesa de centro y me acercó a teléfono, a ver si hay alguna llamada o mensaje de voz. Me siento en el pequeño sofá Oprimo el botón del tablero. Me paso una mano por el cabello, moviéndolo con mi mano

- Usted, tiene cero mensajes.

Dice la contestadora, me alejó de ella cuando Evan abre la puerta, lo ignoró. Cierra la puerta, camina hasta el sofá que está frente a mi.

Me levanto, y camino hacia el pasillo, escucho sus pasos detrás de mi. ¿Que quiere?. Enciendo la iluminación del pasillo.
Me detengo; dejo de escuchar sus pasos. Cruzo mis brazos sobre mi pecho; volteo molesta y lo veo directo a la ojos, se me suaviza el rostro al perderme en aquel mar azúl y brillante de sus ojos.
Logro articular una palabra; pero, con una voz estúpidamente tonta. Me mantengo con la brazos cruzados.

- ¿Que... Quieres?.

Pasa a mi costado, sigue caminando hasta llegar a final del pasillo; giro camino hasta llegar a mismo punto, lo veo sentado en una banquillo de la isla del bar. La iluminación de las vitrinas del bar, iluminan el espacio, junto con la luz de la luna que ilumina todo, pero es una iluminación tenue.

- Ana... ¿Quieres una copa?.

Pregunta nervioso, rascándose la nuca nerviosamente. Asiento con la cabeza y camino hasta una de las banquillos y me siento.

Evan se levanta del banquillo, camina hacia la vitrina y saca una botella de vino tinto. La pone sobre la isla del bar y abrió con un destapador; toma mi copa y sirve un poco; ambas copas están con vino.

Tomo la mía entre mis dedos. Evan me mira atentamente, tomamos ambos un trago de la copa. Miro la copa entre mis dedos, jugando con. ella, levante la mirada y vi a Evan, moviendo la copa de lado a lado sobre la isla. Me nota mirándolo, levanta la vista y forma una sonrisa socarrona, levanta una ceja y la mueve de arriba a abajo. Levantó una ceja y niego con la cabeza por su actitud arrogante.

Doy otro trago de mi copa, miró hacia todos lados; me levantó del banquillo con la copa entre mis dedos, me acercó a el pequeño cuadro de agua enorme que se exhibe frente a mi. Está ilumina por la luz de la luna; dándole un aspecto brillante.

El viento sopla, siento frío recorrer mi cuerpo; pero no lo aparento. Temblando. Mi cabello se mueve un poco, tapando mi rostro sólo un poco.

Escuchó sus pasos acercarse a el punto donde yo estoy. Acercó la copa a mis labios, bebiendo de ella un último trago. La alejó, y luego entre mis dedos nuevo lentamente.

- ¿Quieres otra copa?.

Me giro y veo a Evan sentado en el sofá, detrás de mi. Bebe de su copa, y se levanta.

AnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora