Alpha

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Las respiraciones agitadas, sus corazones palpitando a mil por hora, la adrenalina no daba tiempo de asimilar los dolores de balas, golpes y cortes. Las sirenas de los policías sonaban sin rendirse en aquella persecución, es que trabajar para la mafia Uchiha no era ningún chiste, aquí no se podían admitir errores, por más pequeño que este sea no sólo costaría la vida de muchas personas sino pérdida de dinero que era lo más importante. La policía seguía a los empleados mafiosos vendedores de drogas del famoso Fugako Uchiha, después de una exitosa entrega fuera del país habían sido descubiertos. Atraparon a cinco de ellos obligándolos hablar sobre su líder, torturándolos pero sin tener resultado alguno, ellos sabían que si hablaban era su fin, además de que la mafia Uchiha se desquitaría con sus familias

Estos empleados fueron aprendidos para más investigaciones, otros llegaron con éxito a dar su reporte y el dinero a su líder. Fugaku Uchiha, un hombre serio y prepotente, multimillonario en Japón dueño de los más prestigiosos bares, los que usa de tapadera para el lavado de su dinero, vestido con un costoso traje negro y corbata esperaba dicho informe. El humo del puro en su boca de disipaba en el aire, los empleados a la expectativa y temerosos

-bien saben que no acepto ningún tipo de errores ni por minúsculo que este sea, quiero muertos a todos esos que la policía capturó- dijo su líder con voz de mando

-si señor- informó su secretario quien por el micrófono en su saco indicaba las órdenes de Fugaku. Dentro de la prisión había sicarios que trabajaban para él cuando se trataba de asesinar a los "caídos en batalla"

Fuera de eso la misión había sido un éxito como era costumbre. Fugaku dueño de aquella gigantesco cartel japonés lideraba junto con sus dos hijos, Itachi Uchiha, el hijo pródigo mayor, el duro de las drogas, sonreía satisfecho al ver los millones de billetes que entrarían en su cuenta bancaria y Sasuke, el hijo menor, un asesino líder de los sicarios que operaban para su padre, experto en armas quien solo observaba sentado frente al escritorio intimidando a sus hombres con su penetrante mirada

-acaso no estás feliz querido hermano- decía sarcásticamente Itachi

-deberías acostumbrarte- respondió este con voz ronca fingiendo no darle importancia -iré a ver a Hinata

-tu querido amor anda de malas- fue lo último que escucho Sasuke antes de salir por la puerta

Hinata Hyuga, una poderosa asesina mano derecha de Sasuke volvía de su exitosa misión, terminaba de ducharse para limpiar restos de sangre que no era suya pegada en su cuerpo, su larga cabellera oscura caía sobre su espalda la cual portaba un espectacular tatuaje de una geisha que cubría gran parte de esta, se cambiaba de ropa, unos pantalones negros ajustados, botas cafés y una simple blusa de tiras que dejaba ver gran parte de su tatuaje, sus armas estaban en el suelo siendo limpiadas por sus empleados

-¿qué tal la misión? - pregunta Sasuke arrimado al marco de la puerta

-todo iba bien hasta que varios policías llegaron, esos idiotas, no me los pude cargar a todos- respondía ella tomando su bolso

-al menos llegaste en una sola pieza

-siempre será así, aunque hubiera sido divertido que tú hubieses estado allí- dijo Hinata respondiéndole con una leve sonrisa

-tuve que ayudar al viejo con otras cosas

-lo sé

Sasuke no podía ocultar la atracción que sentía por aquella mujer, quien la veía a simple vista parecía que fuera una tierna chica indefensa, pero la realidad no siempre es cómo se ve, Hinata mataba muchas veces por placer incluso sonreía al hacerlo. 

Royals /Naruhina/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora