La Mafia Uchiha y la Mafia Namikaze son las màs poderosas y millonarias mafias rivales de Japón. Organizaciones clandestinas de los màs poderosos criminales
-Prohibida su copia o adaptación
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-tiempo sin verte, querido Naruto-
Su voz femenina captó su atención de manera instantánea, interrumpiendo cualquier pensamiento que rondaba en su mente. Naruto giró un poco la cabeza sin despegar la vista del ventanal de su oficina, no para verla sino para que sepa que está siendo escuchada. La mujer de corto cabello rosa llevaba dibujada una sonrisa triunfante sin saber por qué, simplemente así se sentía después de haber estado con Sasuke Uchiha, de sus mayores rivales. En la mafia hablar con tus enemigos es traición, deshonor y aunque Sakura jamás haya vendido su cartel con los Uchiha y viceversa, haber tenido sexo aquel desconocido, saber que otro hombre la deseaba había hecho desahogar el desplante que Naruto había causado.
- ya me enteré de que estuviste fuera, tu sola, sin ninguno de mis hombres-
Dijo Naruto en tono calmado pero al mismo tiempo autoritario. Sakura muy poco se asombró de que él estuviese al tanto, pero tampoco esperaba que él se lo dijera tan pronto en cuanto la viera. Se sentó sobre el sedoso sofá cruzando sus piernas.
-no puedes cuidarme todo el tiempo como si fuese tu hermanita
-es como si lo fuera-
Naruto dio la vuelta para incorporarse en la silla de su escritorio y así mirarla a la cara.
La mirada de aquel líder podía intimidar a cualquiera, no sólo se veía rudo, más bien era ese gran atractivo engañoso, era como ver a un hombre normal, amable y honesto, cuando en realidad sólo era un ser frío, de negocios, siendo la plata prioridad junto con el honor y la familia, se trataba de un asesino, un narco.
-quería distraerme, y lo último que supe fue que dijiste que ya no querías que trabajara para ti porque de un rato a otro decidiste que tienes miedo que muera porque me consideras débil-
-no entiendas las cosas a tu antojo, solo ya no tienes que hacerlo, dinero no te hace falta, deja de ser una niña caprichosa. ¿quieres morir acaso?
-eres un idiota Naruto-
Sakura se puso de pie, sin saber pensar a causa del enojo que sentía, él también se levantó para acercarse a ella, y al mismo tiempo detenerla.
La abrazó, dejando que su cabeza repose sobre su masculino pecho y acariciaba sus cabellos
-sé lo que sientes por mi Sakura, ya hemos hablando de esto muchas veces
Sus ojos verdes dejaron escapar unas cuantas lágrimas
