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Lentamente se hacían presentes los primeros rayos del sol, entraban delicados por la ventana de la habitación de Hinata, bueno, el lugar en donde el jefe del cartel Namikaze La tenía prisionera, aunque aquel sitio más que una cárcel parecía la habitación de un lujoso hotel de cinco estrella. La chica con la poca paciencia que le quedaba contaba las horas e ideaba algún plan o estrategia para escapar o sólo esperar la muerte. Sabía que aquel hombre que la tenía secuestrada no planeaba nada bueno y mucho menos buscaba una dama de compañía y era obvio que tenía muchas.

Desesperada se restregaba la cara con fuerza y alborotaba su largo cabello oscuro, caminó rápido hacia la puerta y trató de abrirla girando con violencia la perilla, pero fue en vano, no logró abrir la puerta pero si hacer mucho ruido, se alejó dos pasos hacia atrás maldiciendo en voz baja, sabía que estaba en problemas con su jefe, debería terminar su misión o al menos volver e indicar lo que había pasado, pensó en su viejo amigo Sasuke, sabía que el sería el único que estaría preocupado por ella

Salió rápidamente de sus pensamientos cuando escucha a través de la puerta un ruido, alguien la está abriendo, inmediatamente esperó ver aquel hombre de ojos azules que la mantenía prisionera pero por el contrario se encontró con una muchacha delgada de piel pálida, cabello rosa, y corto. Ambas se miraron con duda pero al mismo tiempo mantenían seriedad en sus rostros

-¿tú quién eres?- pregunta la mujer de cabello rosa parada en el marco de la puerta impidiendo el paso

-voy de salida- dijo Hinata y caminó de prisa

-espera- dijo la pelirosa, Sakura -por algo estas aquí, eres la nueva novia de Naruto ¿verdad?- preguntó enojada pero a la vez resignada, como si pasará seguido, pero esta vez era distinto, Naruto no solía darle ningún trato amable ni de lujo a las mujeres con las que se divertía y por esto Sakura se llenó de enojo y curiosidad, pero no hizo nada para que se note

-ja, no me hagas reír, deberías quitarte de en medio, no quiero hacerte daño y llevo mucha prisa- contestó Hinata muy irónica, no estaba para juegos y mucho menos para perder tiempo con niñas. Sakura la dejó marcharse a posta, ella quería que se fuera sin importar más razones, la miro alejarse por el largo pasillo, no pasaron más de diez segundo cuando Naruto llegó al lugar y para su sorpresa, mala sorpresa vio la puerta de la habitación abierta y a Sakura molesta

-¿qué hiciste? - preguntó indignado con voz ronca

-nada, ella se fue sola- contestó Sakura sin terminar todo lo que tenía que decir ya que Naruto corrió desesperadamente tras ella

La mansión Namikaze era enorme y espaciosa, tenía muchos túneles y caminos con los que podías perderte si llevas prisa y no vigilas por donde vas. Jadeando buscaba la salida sin éxito, sabía que en cualquier momento alguien la capturaría nuevamente, escuchó varios pasos que corrían así que se ocultó debajo de una mesa arrimada a la pared que llevaba un largo mantel color crema, debería planear pronto algo, observó con cuidado y vio a un solo hombre acercarse, el tipo llevaba un traje negro y una navaja en sus manos, era su oportunidad, lo sorprendió y sin chance a atacar ella le había virado el cuello matándolo de contado y quitando su arma, la guardo en su bota y se disponía a correr pero Naruto la tomó con fuerza del brazo

-Eres muy traviesa- dijo enojado Naruto con mirada asesina

-suéltame, ya te dije que conmigo no lograrás nada- contestó Hinata cansada y fastidiada y mucho más molesta por no haber podido huir

-mira nomas todo el alboroto que armaste en menos de cinco minutos- siguió hablando el rubio ignorando lo que Hinata podría decirle, la agarró con más fuerza para llevarla de nuevo con él, Hinata trató de poner resistencia pero llegaron los empleados de Naruto con sus elegantes trajes y la llevaron de nuevo a la habitación en donde volvieron a encerrarla

Royals /Naruhina/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora