Un paseo...

12 0 0
                                    

(.......)

Estuvimos hablando sin parar sobre nuestras aficiones, gustos, etc. Y me sorprendió ver lo mucho que teníamos en común: a ambos nos encantaba jugar a baloncesto, nos apasionaba todo lo relacionado con las audiovisuales, nos gustaba de vez en cuando ir a dar un paseo como medio de despeje,...

Después de mucho comer helado, hablar y caminar, decidimos sentarnos en uno de los bancos del parque y serenarnos un poco. En cuanto nos miramos, una chispa de emoción brilló en su mirada. De nuevo, supe que no habría mejor momento para repetir el hecho sucedido en el aula de audiovisuales aquella mañana, en otras palabras: era el momento ideal para repetir el beso. 

No fui la única que se dio cuenta, de hecho, fue Bruno quien se lanzó a empezar. Esta vez, el beso fue aún más tierno y tuve tiempo suficiente como para disfrutarlo a instantes... 

Cuando terminamos, yo posé mi cabeza sobre su hombro mientras le cogía de la mano.

_"Bruno..."-dije.

_"Si, Sheila?"-respondió él.

_"Puede que aún sea muy pronto para decir esto, pero... te quiero..."-dije con voz suave.

Noté cómo sonreía y me respondía con un susurro:

_"Idem...".

Recordaba perfectamente el día en que nos pusieron la película de "Ghost"  en una de las clases. Esa película que trataba sobre el amor de una pareja a la que les separa la envidia y el ansia de poder. 

+++++++++

(Incido un instante para deciros que en la película de "Ghost", si no la habéis visto, el protagonista siempre que su amada le dice que le quiere él contesta:"Idem", que significa "lo mismo" en latín  y de ahí la respuesta de Bruno ante las palabras de Sheila. No os molesto más. Disfrutad de la lectura).

++++++++++

Nos quedamos en esa posición un buen rato, disfrutando de la compañía del otro. Hasta que nuestro silencio fue interrumpido por sus propias palabras.

_"Sheila, sé que tanto para ti como para mí esto está yendo demasiado rápido, así que quiero que me perdones por ello.-su voz sonaba sincera y segura al mismo tiempo-Quiero que me perdones por besarte esta tarde, ya que las ganas de confesarte lo que sentía eran superiores a mí...".

Mientras hablaba yo había levantado mi cabeza de su hombro y le miraba fijamente a los ojos, aunque él no mirara los míos, pues solo miraba el suelo concentrado en sus palabras. Continuó hablando.

_"Quiero que me perdones por haberte comprometido a corresponder mi amor, puesto que yo sabía que te compadecerías de mí para no herirme...".

En ese instante mis ojos dejaron caer una lágrima. Y al escuchar aquellas últimas palabras sentí la necesidad de interrumpirle:

_"NO DIGAS ESO!-le dije con los ojos llorosos. Le abracé con fuerza-Tú no tienes que pedirme perdón por nada, dado que no me has hecho nada malo y en ningún momento me he sentido obligada a nada por tu culpa...".

Mientras hablaba, lloraba y no quería parar de abrazarle. Él era lo mejor que me había pasado en mucho tiempo y quería tenerlo a mi lado, sentir su amor y hacer que fuera correspondido de la misma forma, puesto que él se merecía eso y más, aunque apenas hacía 5 meses que nos conocíamos.

_"Es más, yo debería darte las gracias por todo por lo que tú pides perdón y así lo voy a hacer: Gracias por apoyarme en todos estos meses que llevo en el colegio. Gracias por todas esas risas compartidas contigo y por todas las sonrisas provocadas por ti. Gracias por ese beso que me hizo darme cuenta de todo lo que sentía hacia ti. Gracias por todas esas conversaciones que hicieron que el tiempo se pasara volando. Gracias por este paseo tan agradable de hoy. Pero sobre todo, gracias por hacerme descubrir lo que es el amor y que además ese amor sea compartido contigo".

Cuando terminé de hablar,me di cuenta de que él también me estaba mirando. Tenía los ojos a punto de estallar en un millón de lágrimas. Se acercó a mí y de nuevo me besó como si fuera la última vez que lo pudiera hacer y yo le seguí con esa misma fuerza que demostraba todos los sentimientos acumulados en ese pequeño, pero intenso, instante. 

(.......)

*narra Bruno*

La amo. Soy consciente de que a penas han pasado 5 meses, pero la amo y el tiempo no va hacer que cambie de opinión. 

(.......)

Estaba llorando mientras la besaba, pero no eran lágrimas de tristeza, si no de alegría. Una alegría causada por esos ojos que hacían que perdiera le control de mí mismo y me dejara llevar por los sentimientos. En el momento en el que la primera lágrima corrió por mi cara, supe que no quería alejarme de ella nunca más pasase lo que pasase. Solo quería que ella fuera feliz.

(.......)

Solo él...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora