C u a t r o

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Ocupaban los asientos de la cafetería del instituto.
"Al menos dime, ¿que edad teníamos?" preguntó Juan.
"No teníamos más de siete." contestó limitado el más alto, Juan frunció el ceño.
"¿Y aún me recuerdas?" le preguntó incrédulo, Dominik sonrió.

"Yo nunca olvido un rostro, y mucho menos uno tan lindo como el tuyo" le contestó.
"Oh, por favor, deja de filtrear conmigo" Juan rodó los ojos.
"No pareció haberte molestado antes" le contestó con una sonrisota, Juan infló sus mejillas.
"Vaya que eres insoportable" masculló, Dominik soltó una pequeña carcajada.

"Gracias. Es mi cualidad favorita" bromeó el más alto mientras reía.
"Es mi cualidad favorita" arremedó por lo bajo, Dominik enarcó una ceja divertido.
"Oh vamos, ¿cuantos años tienes?" le preguntó sonriendo.

"En serio, estoy muy seguro de que no olvidaría a alguien tan odioso como tu" le contestó Juan colocándose los dedos en el puente de la nariz.
"Vamos, sé que puedes recordarme, me expulsaron en sexto grado por haber metido una gallina al despacho del profesor" le dijo, Juan frunció el ceño pese a que se rió luego, segundos después, abrió los ojos grandes.

"¿Tu fuiste el que le puso pegamento a la silla de Óscar?"
"¡Sí!, y que tuvo que quitarse el pantalón para zafarse porque sino lo rompería" contestó con una sonrisa, Juan soltó una risa.
"Pobre Óscar, recuerdo su cara de tomate cuando todas las niñas comenzaron a burlarse de su bóxer de carritos"
"También fui el que le cortó las coletas a Brianna" sonrío, Juan carcajeó.
"¡Lo recuerdo!, es como si todavía pudiese ver su cara de demonio, ¿pero por qué lo hiciste?" le preguntó.
"La odiaba, siempre pasaba a mi lado moviendo más de hecho su cabeza solo para pegarme con las coletas" dijo blanqueando los ojos, Juan rió.

"Aún así no recuerdo haberte hablado..." dijo Juan luego de un rato.
"Nunca nos hablamos, de hecho yo te caía mal. Pero recuerdo haberte visto reír una vez cuando llamé a la profesora cara de chimpancé".

De pronto el temperamento de Juan cambió por completo, aquellas palabras lo dejaron en el vacío, recordaba perfectamente esas palabras, recordaba perfectamente el día en que las oyó, y recordaba perfectamente a la maestra a la que se lo habían dicho.

Recordaba que ese día dejó de sonreír.

Dominik notó el cambio de ánimo de Juan y en sus ojos se notó preocupación.
"¿Estás bien?" le preguntó buscando la mirada de Juan.
"...Sí." Mintió en voz baja.

De pronto sus ganas de seguir platicando con Dominik desaparecieron por completo, ahora que ya sabía que él había sido el motivo de su última sonrisa, se le haría difícil avanzar. «Eres un estúpido Juan, mientras más tardes haciendo el trabajo, más tiempo pasarás con Dominik» al pensar aquello, Juan se pegó con la palma de la mano en la frente y cerró fuertemente los ojos soltando un suspiro. «tonto, tonto, y tres veces tonto»

"Oye..." Dominik lo vio confundido.
"Oh, nada. Estoy recordando que aún no tenemos el tema del trabajo" le respondió mientras miraba el reloj de su muñeca "Pero ya es tarde, mis padres comenzarán a preguntarse dónde estoy, nos vemos mañana, ¿vale?, intenta pensar en un tema interesante para la investigación. Adiós." dijo levantándose sin darle tiempo a Dominik si quiera de despedirse.

Sería mentir diciendo que Juan cumplió su palabra y se fue a casa, los ánimos del menor quedaron tan por los suelos, que no tuvo fuerza de voluntad de llegar a casa, se quedó sentando en la banca de un parque, quizá hasta que oscureció.

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