Juan había tenido que tomar el autobús para ir al instituto, el auto de su padre se averió por lo tanto no pudo ir a dejarlo, iba caminando hacia la estación de paradas, cuando de pronto alguien lo toma del hombro y lo voltea pegándole la espalda contra un árbol, a penas a tenido tiempo de parpadear cuando tiene a centímetros la cara de Dominik sonriente de su rostro.
"¿Por qué tan solito?" Le preguntó con una sonrisa socarrona, a Juanjo se le fueron todos los colores de la cara y abrió los ojos de par en par.
"S-suéltame, idiota" fue lo único que Juanjo pudo decir, el mayor lo tenía acorralado entre los brazos."¿Vas al instituto?, ¿qué te parece si somos niños malos y nos fugamos?" Le preguntó con malicia en sus orbes grises
"¿Qué te parece si te metes un palo por el..."
"¡Wow amigo!, no hay porqué recurrir a la violencia, calmao'"
Le dijo alzando las cejas, Juanjo forcejeó para soltarse pero el agarre de Dominik era fuerte."¡Maldita sea, déjame pinche psicópata!" gritó Juanjo, al ver que Dominik no hacía caso, tomó impulso y le pegó con la rodilla en el estómago, entonces cayó al suelo hincado y se agarró fuertemente la panza, no espetó, no masculló, no dijo nada, simplemente se quedó sin aire y cayó de boca al suelo, dejó de moverse.
Juan tenía el ceño fruncido y respiraba agitadamente por la boca, pero al ver que Dominik seguía sin moverse, su rostro comenzó a cambiar por uno de preocupación.Se acercó lentamente a Dominik y observó que tenía la frente totalmente roja.
"Dominik..." Le llamó, sin respuesta. "¿Dominik?" de nuevo. Nada.
"¿Dom?" le pegó en el brazo con su pie, no respondió ni a eso, luego comenzó a alarmarse."¡Dominik joder!" le gritó, se hincó al lado de él y lo tomó de los hombros, lo volteó y su rostro estaba casi morado, Juan puso cara de morirse ahí mismo, y cuando lo soltó para tomar su celular y llamar a una ambulancia, Dominik dejó soltar una gran carcajada recuperando todo el aire que había estado conteniendo, haciendo que su cara tomara de nuevo color.
Juanjo abrió los ojos como platos, y al captar que había sido una broma, puso cara de perro mojado.
"Vete a la mierda" le dijo levantándose y dejándolo ahí tirado en el suelo riéndose como maniático.
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Hoyuelos
RandomUna sonrisa dice más que mil palabras. Pero una palabra puede matar miles de sonrisas... [Contenido homoerótico] {Se recomienda discreción}