S e i s

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Juan había tenido que tomar el autobús para ir al instituto, el auto de su padre se averió por lo tanto no pudo ir a dejarlo, iba caminando hacia la estación de paradas, cuando de pronto alguien lo toma del hombro y lo voltea pegándole la espalda contra un árbol, a penas a tenido tiempo de parpadear cuando tiene a centímetros la cara de Dominik sonriente de su rostro.

"¿Por qué tan solito?" Le preguntó con una sonrisa socarrona, a Juanjo se le fueron todos los colores de la cara y abrió los ojos de par en par.
"S-suéltame, idiota" fue lo único que Juanjo pudo decir, el mayor lo tenía acorralado entre los brazos.

"¿Vas al instituto?, ¿qué te parece si somos niños malos y nos fugamos?" Le preguntó con malicia en sus orbes grises
"¿Qué te parece si te metes un palo por el..."
"¡Wow amigo!, no hay porqué recurrir a la violencia, calmao'"
Le dijo alzando las cejas, Juanjo forcejeó para soltarse pero el agarre de Dominik era fuerte.

"¡Maldita sea, déjame pinche psicópata!" gritó Juanjo, al ver que Dominik no hacía caso, tomó impulso y le pegó con la rodilla en el estómago, entonces cayó al suelo hincado y se agarró fuertemente la panza, no espetó, no masculló, no dijo nada, simplemente se quedó sin aire y cayó de boca al suelo, dejó de moverse.
Juan tenía el ceño fruncido y respiraba agitadamente por la boca, pero al ver que Dominik seguía sin moverse, su rostro comenzó a cambiar por uno de preocupación.

Se acercó lentamente a Dominik y observó que tenía la frente totalmente roja.
"Dominik..." Le llamó, sin respuesta. "¿Dominik?" de nuevo. Nada.
"¿Dom?" le pegó en el brazo con su pie, no respondió ni a eso, luego comenzó a alarmarse.

"¡Dominik joder!" le gritó, se hincó al lado de él y lo tomó de los hombros, lo volteó y su rostro estaba casi morado, Juan puso cara de morirse ahí mismo, y cuando lo soltó para tomar su celular y llamar a una ambulancia, Dominik dejó soltar una gran carcajada recuperando todo el aire que había estado conteniendo, haciendo que su cara tomara de nuevo color.

Juanjo abrió los ojos como platos, y al captar que había sido una broma, puso cara de perro mojado.
"Vete a la mierda" le dijo levantándose y dejándolo ahí tirado en el suelo riéndose como maniático.

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