- ¿Qué dices? - pregunta algo sorprendido Cygnus.
- Ya sabes...que no eres la persona que creí que eras - Cygnus se acercó un poco más a ella entrecerrando los ojos.
- ¿Y que he hecho yo para que cambies de opinión?
- Te has mostrado más, no sé, más comprensivo y no tan cochino como de costumbre - él soltó una carcajada.
- Creo que eso está bien - dijo mirando hacia el caballo ahora dormido - ¿quieres caminar un poco?
- mmm...- Gianira soltó un suspiro - de acuerdo. Caminemos.
Después de salir de la caballeriza, caminaron hacia el jardín. Las flores nocturnas estaban en su mayor esplendor. La luna alumbraba el patio con su luz plateada y se reflejada en el agua ondeante de la fuente de mármol tallado. Cygnus estaba a su lado y no había hablado hasta el momento. Miró hacia la falda de su vestido y recordó a su salvador. Jamás había visto una belleza tan peculiar. No era como la de Cygnus que desbordaba hermosura por cada poro, al igual que masculinidad y un tanto de arrogancia masculina. No...
Alisstair poseía unos rasgos muy difíciles de encontrar. Tenia las pestañas curvadas, casi el único rasgo femenino en el. Sin mencionar sus hermosos y carnosos labios color caoba. Y esos ojos. El era masculino si, pero contenía rasgos muy angelicales que le daban un tanto de suavidad a su rostro. Abrió mucho los ojos al darse cuenta de que Cygnus le estaba diciendo algo.
- ¿Qué has dicho? - preguntó avergonzada.
- Te he preguntado donde estabas cuando te fugaste de nosotros hoy - el la miró frunciendo la frente, pero no tardó en sonreír.
- No te lo diré.
- ¿Por qué no?
- Pues porque no quiero decirlo ¿es tan difícil respetarme? - Gianira fingió indignación. Él se echó a reír.
- No sabes lo difícil que es, considerando lo divertida que eres algunas veces...y lo tonta que te ves cuando haces esos moínes sin sentido - los dos rieron. Era la primera vez que se sentía relaja en presencia de Cygnus. Tal vez sería mejor tenerlo como aliado que como enemigo - todavía no has contestado a mi pregunta.
- No lo haré. Es algo personal y secreto.
- Dime, no le diré a nadie.
- Si te lo dijera ya no sería secreto (Damon Salvatore 😍)
- Está bien. No volveré a insistir. Pero creo que debería ir a dormir. Mañana voy a salir con tu padre temprano.
- ¿Yo no los acompañaré?
- No. Decidió que no después de tu fuga furtiva - Gianira suspiro.
- Esta bien... Hasta mañana - logró dar dos pasos antes que el la agarrara del brazo delicada mente.
- ¿No quieres que te acompañe hasta tus aposentos?- Gianira lo miró de reojo frunciendo el entrecejo.
- Gracias. Pero se como llegar sola, a demás tus habitaciones están de el otro lado de la casa. Pero gracias por ofrecerte.
- Buenas noches, Gianira.
- Que descanses, Cygnus.
***
Gianira subió apresuradamente las escaleras y al llegar a su habitación, cerró de un portazo la pesada puerta. ¿Que-demonios-había-sido-eso? ¿Realmente su relación sería así desde esta noche? ¿Terminaría casándose con el como era el plan de su padre? Pasó las manos por su pelo y lo soltó. Este no era momento de pensar en eso. No es que ella pudiera ver el futuro o algo así. Las cosas irían tomando su propio curso, entonces solo habría que esperar para ver si todo terminaría bien o si el diablo se saldría con la suya.
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Almas Reencarnadas
FantasySinopsis: En el misterioso pueblo Irlandés de Áirt Dorcha, Gianira Dara Villaamil se adentrará en terrenos peligrosos, llenos de misterio y una buena dosis de adrenalina y temor a lo desconocido. Llena de preguntas sin respuesta, busca descifrar los...