capítulo3: Portales.

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-¿que Rayos haces despierta a estas horas de la noche?-escuche preguntar a mi madre-¿por que?....¿con quien hablas?-sonaba muy enojada, más que enojada furiosa, yo me preguntaba por que...hasta que reaccione y vi que aún tenía mi teléfono en las manos con un mensaje a medio escribir que estaba por enviar a mi...bueno no se como llamarle, pero la verdad es que eramos como novios clandestinos,por lo que mi madre no sabía y por supuesto no se esperaba que hablaramos a esas horas. No pude responderle a mi madre, pero por suerte alcancé a Borrar el mensaje que estaba describiendo. Salí de la cama cuando senti que me quito el teléfono de las manos en busca de algún mensaje, pero no lo encontraría ya que yo borraba todos los mensajes entrantes y salientes,no por temor a que los vea, sino porque ocupaban mucho espacio, al ya estar de pie en el piso senti como el mundo me daba vueltas y se venía todo abajo...de un momento a otro la vista se me nublo totalmente y caigo estrepitosamente al suelo creando un ruido sordo. Escucho una voz lejana que dice que despierte... Es la voz de mi madre, pero ya no la oigo más, se apagó o fui yo quien se apagó. 

comienzo a recobrar la conciencia cuando siento un fuerte aroma a alcohol y despierto con las fosas nasales inundadas de ese picante y fuerte olor... 

Aún aturdida intentó levantarme pero caigo nuevamente al suelo y mi madre se alarma pero no sólo por mi caída sino por algo de lo que aún no soy consiente, al levantar la cara y con la vista borrosa puedo ver entre sombras e imágenes muy distorsionadas la figura de un hombre alto, delgado y músculoso, con que eso es lo que mi madre mira tanto... Bajo nuevamente la mirada y siento otra vez esos mareos, me siento caer al suelo de nuevo pero esta vez unas manos ágiles me atrapan y me acunan en unos brazos fuertes y esbeltos, cuando abro mis ojos hay esta... Un hombre de unos veintiún años de edad con unos ojos grandes, profundos e intensos que con sólo verlos sientes que no tienen fondo como el océano mismo, estos ojos reflejan calidez y tranquilidad, son de un color marrón muy claro Casi miel con reflejos más oscuros saliendo de sus pupilas hasta sus iris...en eso intente levantarme pero el no me deja.

-Tranquila pequeña, no te esfuerces tanto que aún estas debil- Su voz era profunda, intensa, calmada, nítida casi hablaba en susurros y muy despacio. Al parecer no quería desconcertarme más de lo que ya estaba- Estará bien my Lady, la voy a cuidar con mi vida y nada le faltará conmigo...se lo puedo jurar... 

- ¡¿que?! ¿de que me está hablando?- podía reconocer la voz de mi madre y la angustia que había en ella aunque no es para menos, se iban a llevar a su hija a quien sabe donde- ¿como que la cuidara bien?...¿acaso es que piensa llevársela a algun lado?- ahora podía notar que estaba molesta- No lo dejaré de ninguna manera sacarla de aquí. 

-Entiendo perfectamente su angustia my lady, y el miedo a que le pueda ocurrir algo a su amada hija- Dijo con suavidad y extrema elocuencia- pero entienda que ella corre un grave peligro al estar con usted, y yo no la podré proteger si se queda en su mundo.lnminentemente debe venir conmigo y sólo así estará a salvo- concluyó el hombre con brusquedad y mucha elegancia, como si se negara a que le sigan que no. 

- Pero que....No entiendo lo que dice. 

- Escucheme con mucha atención my lady- dijo adoptando otra vez esa voz elocuente- su hija me debe acompañar, aquí no esta a salvo...Lo que pudieron observar sus hijos es sólo el comienzo de algo, ese algo que sólo ella posee y debe aprender a controlar... Pero si se queda, tanto usted como ella correrán un grave peligro.

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-Disculpeme señorita por haberle despertado de su sueño- escuche decir a una voz que aparentemente era de un joven de veinte años aproximados- Le suplico se recueste nuevamente. 

- ¿Donde estoy?- Pregunte algo adormilada y confundida- Pero...¿Que es esto?... Donde...¿Donde estoy?- pregunté al sentir al suave y muy acolchado bajo mi cuerpo,podría jurar que era piel de algún animal... Era como una alfombra de piel. 

- Ya veo que ha despertado por la turbulencia del viaje, me disculpo mi señora... O ¿preferiría que le diga señorita?- esta vez escuchando con más claridad y nitidez, pude divisar que su voz era grave y algo ronca pero seguía siendo la de un joven de veinte años. 

- esta bien, dígame skar o como prefiera- contesté intentando despertar por completo...un momento ¿había dicho turbulencias? a caso... ¿estábamos volando?- disculpe, ¿como que turbulencias?... ¿estamos volando?. 

- pero que observadora señorita skar...si estamos volando y acabamos de pasar uno de los portales que posee el reino de Quimeras,por eso se despertó pues habían nuves muy densas al atravesar aunque créame cuando le digo que es mucho más cómodo estar donde se encuentra usted, no me gusta presumir pero mi lomo es muy comodo- dijo con diversión y con la intención de hacerme reír...lo logró pero no duro mucho. 

-no sabía que existían portales en quimeras- dije con asombro. 

- es que sólo podemos cruzar nosotros los de sangre pura,los que aún no han sido infectados por el virus "X"...en pocas palabras los que no son los aliados de el reí Luxan- contestó con cierta elocuencia, que al parecer era muy común en esta dimensión, almenos entre ellos... pero ¿ quienes son ellos?. 

- gracias por la información...y...ya va, dijiste "mi lomo". que ¿eres?- pergunte con asombro y algo de intriga. 

-pues soy un grifo invertido-repondio algo serio- ya que al parecer en quimeras las cosas van al revés- concluyó divertido- soy el gatito de ojos azules que viste- dijo riéndose por lo que probablemente había dicho sin percatarme...y en eso veo que vamos llegando a una casa enorme, no era un casa era una mansión, tan grande como dos viñedos juntos. Era bellísimo.

** Espero que les halla gustado y por favor voten y comenten como les va pareciendo la novela....y no lo olviden, ustedes con sus comentarios y votos me inspiran a seguir. 

Comenten y voten por favor...hasta el próximo capítulo**

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