Todos los días voy a visitar a Chuck, aunque mañana ya podrá salir de aquí. Sam y el se han llevado muy bien, ahora somos un grupo de tres.
-Ahora, ¿Me dirán por qué estaban cubiertas de sangre?- preguntó
Ben, no había pensando en él, está en este mismo hospital. Recordé la escena otra vez y me concentré en otra cosa al recordar toda la sangre. Recordé cómo eran sus gritos, él nos necesitaba. Era igual a cuándo Chuck me pidió ayuda con sus ojos en la pelea. Ben era algo sin ser nada.
-Volveré en unos minutos- anuncié, saliendo por la puerta de la habitación
Me dirigí hacía la sala de espera que estaba en la planta baja. Habían unos mostradores con chicas guapas y computadoras. Tenía que encontrarlo.
-Hola- le saludé lo más amable posible a una chica morena con ojos cómo esmeraldas- ¿Sabe dónde se encuentra Ben...?- Olvidé su apellido, mierda
-¿Ben...?- la morena levantó su barbilla, dudosa- Lo siento señorita, pero sólo puedes acceder con el nombre completo del paciente y una identificación
Bufé. Incliné mi cabeza hacía atrás, enojada, me crucé de brazos y me senté en una de las sillas que se encontraban allí. Me quedé unos momentos observando a la nada, hasta que la puerta principal se abrió y captó toda mi atención. Me sorprendió el aspecto de aquella persona, tenía demasiado parecido con Ben. Sin darme cuenta, me quedé observándolo y no capté que ahora él se encontraba inclinado en frente de mí.
-¿No sabes que mirar de esa forma a la gente es de mala educación?- reprimió una sonrisa, metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta y se dirigió hacía el mostrador
No hice caso a su comentario y observé cada movimiento que realizaba. Escuché cómo nombraba a Ben y no dudé en seguirlo. No me importaba que me descubriera, yo salvé a Ben y no creo que me regañe por eso. Subimos las escaleras hasta el cuarto piso y entró en una habitación, detuve la puerta justo antes de que se cerrara y entré sigilosamente.
- ¿Cómo estás?- preguntó aquel chico
Ben me señaló al darse cuenta de mi precencia, el otro se dió vuelta y frunció el seño. Yo saludé agitando mi mano y corrí a abrazar a Ben. Éste, sorprendido, tardó en corresponderme el abrazo.
-Tú- me dijo, luego volteó la cabeza para observar al otro chico- Ella me ha salvado
Él bajó la mirada avergonzado, no dijo ni una palabra, al parecer era algo orgulloso. Ben nos presentó, aquel chico era su hermano, Benny. La hora de visitas acabó y una enfermera nos arrastró fuera de la habitación. Se sentó en el suelo, abrió las piernas, dejó colgando su cabeza y se llevó las manos a la nuca. Me senté a su lado.
-¿Qué quieres?- preguntó irritado
-Perdón por mirarte de esa forma, no era mi intención
Sonrió.
-No creas que estoy de esa forma por eso, es Ben- se volteó a mirarme
-Pero el se mejorará, está en buen estado- puse mi mano en su espalda
-No, no lo está- retiró mi mano- Quiso acabar con su vida, ¿En serio crees que está bien?- llevó sus rodillas a su pecho, las rodeó con los brazos y apoyó su barbilla en las rodillas
Me arrastré por el suelo hasta quedar en frente de él. Lo miré a los ojos. Esto era algo serio.
-No dejaremos que lo vuelva a hacer ¿Sí? El se mejorará, sólo necesita que estemos a su lado
Benny sonrió y momentos después se fue, tenía que estudiar. Me dirigí hacía el cuarto dónde estaba Chuck y me llevé una sorpresa al hacerlo. Sam y Chuck estaban demasiado cerca hablando, mi amiga se sonrojaba y mi amigo reía tímidamente, decidí no molestarlos y nuevamente me senté en el pasillo. Apoyé mi cabeza contra la pared y Jake vino a mi cabeza. El jamás se fijará en mí, el es superior, yo soy inferior. Luego recordé que me había propuesto salir alguna vez. Me sentí muy estúpida al faltar a clases, seguro ya perdí mi oportunidad.
Comencé a llorar, por mi padre, por mi madre, por Jake, por la depresión que siento, porque presencié una escena horrible, por la escuela. Lloré por todo. No podía detenerme y comencé a temblar, traté de levantarme pero no pude y caí al suelo, me empuje con mis brazos hacía las sillas y, agarrandome de ellas, pude sentarme otra vez. Tenía demasiado frío y escalofríos constantes invadían todo mi cuerpo, me rodeé con los brazos y cerré mis ojos. Al cabo de unos segundos sentí un calor agradable, un abrazo. Levanté mi vista y pude ver a Ben, quien sonreía ampliamente. Estaba sentado a mi lado y pude incorporarme mejor, pasó su brazo por mi hombro y apoyé mi cabeza en el suyo.
-Gracias- me susurró
Sabía a que se refería y sonreí. Recordé que tenía su identificación en mis bolsillos.
-Esto es tuyo- se la entregué
Pude observarlo mejor. Tenía cabello demasiado rubio y ojos marrones con mirada suave y brillante. Tenía hoyuelos y dientes tan blancos cómo una perla. Él sonrió.
-Eres muy tierna, ¿Sabes?
-No lo sabía- me sonrojé
-Pues ahora lo sabes- sus ojos se arrugaban al ampliar cada vez más su sonrisa- Tus ojos son muy bonitos
Siempre me sonrojé cuándo me hacían un comentario cómo este, incluso cuando las personas que lo hacían no me importaban. Pero Ben, por alguna extraña razón, sí me importa.
ESTÁS LEYENDO
Bully
Teen FictionBully es una novela que trata sobre el acoso escolar. Habla sobre la vida de diez víctimas que luchan para conseguir que no haya más acoso, pero con el tiempo se dan cuenta de que no pueden. Entonces tienen un nuevo objetivo: Sentirse bien consigo m...