Un mundo dos personas

55 1 0
                                    


Miles fueron nuestros momentos.

Cada uno de ellos, competían por superarse unos a otros. Pero especial fue aquel momento, en el cual los dos nos encontrábamos tal cual Adán y Eva, al natural. 

Dentro de una fortaleza formada por sabanas, que nos aislaba del mundo y nos permitía dejarnos llevar.

 Entre caricias, besos y gestos dulces que encendían el placer, en un acto de alta fidelidad dentro del amor.


Carta sin tituloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora