Capitulo veintidós

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Kristine

Eran las 5 de la mañana según el reloj que estaba en el buró, tenia el brazo de Andy enredado en mi cintura, lo que había empezado con un juego había terminado en esto.

Me había acostado con Andrew

Con cuidado quite su brazo y me levante de la cama cuidando no despertarlo, camine a mi armario, tome ropa interior limpia me la puse y me puse el pantalón de mezclilla que traía el día anterior, tome la misma blusa y saque mi sudadera con capucha negra.

Salí de la habitación, baje tome las llaves de mi auto y mi cajetilla de cigarros

Conducía por la carretera, necesitaba despejar mi mente, me sentía extraña, Algo en las palabras de Andy había provocado cosas en mi, cosas que ni por Nick llegue a sentir. Era imposible que me enamorara de Andrew, correría el riesgo de ser atrapada o que lo mataran y ninguna de esas dos ideas me agradaba.

-Maldición- golpeé el volante, saque un cigarrillo lo coloque en mi boca y lo encendí.

¿Por que mierda, tenias que estar en mi puto camino?

Andy

Desperté y note que eran las 6 am, la preciosa chica que dormía a mi lado ya no estaba, me incorpore un poco y pase mi vista por la habitación, no había rastro de ella, me levante de la cama, me puse mis boxers y camine hacia el baño, ahí tampoco estaba.

Salí de la habitación, baje a la sala y tampoco había rastro de ella. Después de buscar por toda la casa me tire en el sillón frustrado.

¿Donde estas?

Las imágenes de la noche anterior me invadieron de inmediato, había sido una noche fantástica, su cuerpo sus caricias sus besos, ella ahora era... Mierda Juliet

El nombre de mi prometida llego a mi mente, la había engañado por primera ves en 4 años de relación jamás lo había hecho o lo había pensado y ahora la había engañado y lo peor es que era con la chica que debía meter a Alcatraz.

-Mierda- aventé un florero contra la pared, no podía ser mas pendejo, ahora todo tenia sentido, la maldita Black me había usado, me tenia como un títere mientras su mafia daba golpes grandes.

Subí corriendo a la habitación, entre a la ducha, deje que el agua caliente destensara mis músculos.

Salí de la ducha con una toalla enredada en la cintura, tome unos boxers limpios, tome ropa que ella me había comprado y me la puse

Salí de la habitación y justo cuando llegue al final de la escalera ella iba entrando.

-¿Vas a alguna parte?- dijo y aventó las llaves del auto al sillón
-Regresare a mi vida y a mi trabajo- dije serio

-Vaya, que novedad, creí que tardarías mas en irte, en fin adelante- dijo y se quito del medio

-Ya estarás contenta ¿no?

-¿Por que?

-No te hagas, me tenias como un idiota, mientras tu mafia va creciendo y haciendo dinero

-A ver, relájate, por si no te das cuenta he estado aquí contigo, no me he movido

-¿donde estabas entonces?

-Salí a pensar

-Claro y yo soy imbécil

-Serás lo que quieras, pero no he movido un dedo para saber de la mafia kobra, es mas lárgate, corre y di que ya tienes pruebas, vamos a ver quien puede mas- me reto parándose enfrente de mi

-Creí que eras diferente, incluso empecé a... - me quede callado

-¿Empezaste a que?

-Te hundiré en alcatraz

-Inténtalo, vamos te estas tardando, ten llámalos y diles- dijo y me entrego mi celular, dude en tomarlo o no, por una parte tenia razón si quisiera ya se hubiera ido, pero seguía conmigo incluso me saco de aquel lugar

-¿Por que tienes que ser una criminal?- dije pegando mi frente a la de ella

Criminal #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora