Un Amor Titánico.

Comienzo difícil. Más sorpresas.

Levi aún no podía creer que aquella dulce, adorable y frágil chica le hubiera robado un beso. La observó acostarse de nuevo en la cama y cubrirse con la sábana, su mente estaba hecha un torbellino aunque su rostro estaba serio como siempre, pero con un pequeño y casi imperceptible sonrojo. Después de unos minutos en silencio, el mayor decidió romperlo. 

-- Eva...Maldita mocosa, mira en que posiciones me pones.--Y dicho esto se metió en la cama, para sorpresa de la albina, y la abrazó fuerte, sintiéndola pequeña entre sus brazos.-- Te lo voy a decir, una sola vez... Te amo Eva Magdalena.-- Eso fué suficiente como para hacer que la menor saltara de la cama, se vistiera decentemente, arreglara su cabello y saliera de la habitación, bajo la mirada de un divertido Levi, que la siguió sin decir palabra alguna. 

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La pareja llevaba ya cinco meses de relación y todos y cada uno de ellos habían sido un infierno para ambos, a pesar de que se amaban, la actitud de Levi lo hacía muy difícil y esto deprimía cada vez más a la albina. Un día, mientras Hanji le realizaba exámenes sanguíneos, las pruebas arrojaron un resultado que las dejó a ambas impactadas; la menor simplemente salió del laboratorio de la castaña y se dirigió a su habitación para tratar de digerir la noticia que le acababan de dar...