Un gran secreto (Parte II)

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Chris ya estaba listo para saber su confesión y Mía por fin lo dijo:
-Yo antes no vivía aquí, vivía en California y en mi antigua escuela tenía a mis propios amigos y toda mi vida estaba ahí. Había un chico, su nombre era Jake, siempre pasaba el tiempo conmigo y, no lo se, me hacia sentirme segura hubo un día en el que me había invitado a salir  a la playa y me había dicho que tenía que hablar conmigo muy seriamente, ¿si sabes que significa eso no?
-Claro, y entonces, ¿qué paso?
-Cuando llegue, habíamos acordado vernos en una heladería cercas del muelle y cuando llegue, lo mire besando a otra chica. Pensé ¿a caso solo jugaba conmigo?, ¿todas esa palabras bonitas eran para lastimarme? Entonces me fui de ahí. Mis padres por suerte son unos ejecutivos con una compañía aquí en Londres y nos mudamos aquí y, desde entonces aprendí que no debo de entregar todo a cualquier persona y, por eso soy un poco cerrada con todos, por que, me da miedo que me lastimen otra vez.

En ese mismo instante, a Mía se le recorre una lágrima de sus ojos corriendo sobre su rostro

-Tranquila-dijo Chris limpiando sus lágrimas- tu ya no te debes de preocupar, yo estoy contigo y nadie te volverá a dañar.
-¿Cómo tu puedes asegurar eso?
-Cierto, no lo puedo asegurar, pero si lo puedo demostrar
-¿Cómo?
-Mostrándote que no todo es color gris
-Enserio me ayudarás
-Claro, después de todo somos amigos
-Gracias, es muy dulce de tu parte- lo dijo Mía sonrojada
-De nada- lo dijo Chris con tono coqueto

Y así fue, en esa tarde de otoño aquella pareja de amigos conversaron sobre como les había ido en la escuela contando sus historias y bebiendo uno que otro sorbo de café.
Al anochecer, Chris acompaño a Mía a su casa; esa noche fue mágica para Mía había luna llena y esa pequeña brisa del otoño, era una noche estrellada con un magnífico cielo despejado. En fin, al llegar a dicho destino Chris le dijo a Mía:
-Te veo mañana?
-Claro
-Descansa Mía
-Igual tu

Y Chris le dio un beso en la mejilla
-Adiós
-Adiós- dijo Mía sonrojada

Mía entro a su habitación y se recostó en su cama, para ella fue el mejor día de su vida, por fin después de tanto tiempo se sintió tan viva pero, ¿no se les olvida algo? Mía no recibió ninguna nota ese día, bueno, tal vez solo era una pequeña broma ¿o no?

Un amor desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora