Una taza de café

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Al día siguiente Mía despertó a las 8 de la mañana, pero esta vez era para algo diferente. Mía acompañaba a su madre al mercado, su nombre era Charlotte, ambas iban en compra de cosas de rutina: pan, leche, huevos etc. En esa misma mañana, Charlotte notaba un poco distraída a su hija así que decidió iniciar un tema de conversación:
-Así que, Mía, ¿qué tal la escuela?
-Mmm bien, supongo
-Y ese nuevo chico, ¿quién es?
-¿Qué chico?- pregunto un poco nerviosa-¿ de qué hablas?
-Creiste que no lo había notado
-No,
-Hay hija, no te preocupes tu padre no lo sabe
-Jaja gracias mamá
-Es un buen chico
-Si, pensándolo bien, lo considero como mi mejor amigo, y lo más extraño es que apenas lo acabo de conocer y tengo mucha confianza en el
-Me alegro mucho hija, hacia tiempo que no te miraba tan feliz
-Si, oh mira la hora, mamá me tengo que ir
-Esta bien diviértete con Chris
-¿Cómo sabías que...? Bueno no importa, bye mamá

Y así fue, Mía se despidió de su madre y le dio un beso en la mejilla, al llegar a casa Chris ya estaba ahí esperándola sentado en una de las escaleras de la entrada de su casa; vestía la misma chaqueta con la que conoció a Mía por primera vez, una camisa gris con negro, jeans oscuros y sus converse claro, cuando llego Mía el se levantó y dijo: "¿lista? " Y ella asintió.
Al llegar a la cafetería Chris se notaba un poco nervioso, sus manos sudaban y tartamudeaba al hablar, Mía acerco su mano y la puso sobre la de Chris, y pregunto: "¿Esta todo bien?" El asintió  y le dijo: "si no te preocupes, y si ordenamos". Mia pidió un capuchino de vainilla, claro hacia mucho frío, y Chris un moka.
Cuando llegaron los cafés, ambos probaron sorbo y aquel chico de preparatoria por fin confeso:
-Mía...
-¿Si, que ocurre?
-Lo que sucede es que, para mi no es muy fácil decirlo pero...
-Si.. Continúa
-Desde el momento que te conocí para mi eres una persona increíble, a pesar de tus defectos para mi eres hermosa y  es por ello que te quería preguntar...

Por fin había llegado el momento, Chris confesaría el amor que se tenía uno al otro, ambos saldrían juntos. En ese momento Mía estaba sonrojada y en su rostro se dibujaba un sonrisa coqueta, pero en ese instante sucede algo inesperado. Cuando Chris estuvo apunto de declarar su amor, un sujeto llega bruscamente a aquella mesa fuera de la cafetería y pregunta por Mía
-Mía, eres tu? Te he estado buscando desde el momento que te mudaste de California
-Si, disculpa quien eres?
-Mía, no me recuerdas?

En su rostro, Mia reflejaba una una expresión de confusión y aquel chico desconocido por fin confeso:
-Mía soy yo, Jake.

Un amor desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora