Capítulo 6: un nuevo aliado

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Narra Leonardo:
Llegamos a casa y como era de esperarse, nuestro padre nos espera muy enojado en la entrada de la casa y con justa razón, pues desaparecer un poco más de media hora que de costumbre no es algo que amerite una felicitación.
— hasta que llegan, ¿dónde estaban? — pregunta Splinter con enojo, aunque también se escucha algo preocupado.
— en el bosque entrenando Sensei — contesta rápidamente Donatello.
Splinter dirige su mirada hacia mí, ¿por qué toda la responsabilidad es mía? ¿Por qué no le puede preguntar a Rafael, o a Donatello? Me quito el casco, de reojo puedo ver que mis hermanos hacen lo mismo, lo colocó aún costado de mi cuerpo. Bajo la cabeza y en voz baja respondo:
— solo nos excedimos un poco en el entrenamiento.
Al principio parece no creerme, pero pocos segundos después su cara de enojo desaparece convirtiéndose en una fina y cálida sonrisa.
— me preocupa que alguien los vea. No quiero que les pase nada — concluye Splinter, se retira de la puerta y nos deja pasar sin más preguntas.
La única parte buena de ser el líder e hijo mayor, es que la mayoría de veces te creen todo lo que dices. Sin importar si dices o no la verdad, aunque en algunos casos no funciona...
En ese momento un corto recuerdo llega a mi mente. Cuando mis hermanos y yo éramos más pequeños, Mikey nos metía en muchos líos, como aquel día que realizó su broma con Rafael, nos empapamos todos, incluso Splinter quien se enojó demasiado, y al preguntarnos lo que había sucedido ¡Splinter no me creyó que Donatello y yo no teníamos nada que ver! Y por ello nos castigaron con no ver televisión por una semana. Y lo malo fue que en esa semana se estrenaba un nuevo capítulo de "héroes espaciales" mi serie favorita en todo el mundo... Y bueno, ahora que estoy más cerca de los estudios donde se realiza la animación, puedo ver los capítulos cuando yo quiera...

Narra Karai:
Doy saltos rápidos entre los árboles, no quiero que Destructor se enoje más de lo ya debería estar al no ir con los ninja. Cundo era más pequeña, mi padre me castigaba si llegaba a desobedecerle, era algo frustrante. Me ponía a pelar con más de 20 ninja expertos, yo acababa con heridas graves, moretones por todo el cuerpo y de más, pero siempre me decía: "la desobediencia se castiga con algo severo" y sin cuestionarlo, lo obedecía.
Pero desde aquel día no me ha vuelto hacer nada, y por una parte me alegra, ya que no termino tan cansada y con algunas heridas en todo mi cuerpo... Aunque por otra parte eso me enseñó a ser más fuerte y no confiar en nadie...
Ni siquiera tu padre...
Sin darme cuenta, he llegado al Dojo de mi padre. Con precaución me adentro al Dojo y caigo frente al trono de mi padre, me percato que no hay nadie, me giro para ver hacia tras pero tampoco hay nadie. Entonces recuerdo la típica costumbre de Destructor: Recibirme con una ataque ninja.
Hago como si no me acordara de ello y empiezo a buscar, me dirijo hacia una puerta y sin pensarlo la deslizo, al alzar mi vista me doy cuenta que varios ninja están inclinados ¿por qué? Después de un entrenamiento mi padre se va y no espera una reverencia o algo parecido. Sigo la vista de los ninja y observo que están frente a... ¡¿Un gran tigre que camina en dos patas?! Sin pensarlo voy hacia el gran tigre y lo observo con demasiada sorpresa, el tigre parece notarlo, pues dirige la mirada hacia mí y posteriormente dice:
— ¿qué estás mirando niña?
Su voz es ronca y fría, es casi igual que la de Destructor. Antes de decir una palabra, entra mi padre, agacho la cabeza y espero a que llegue hasta donde estoy.
— Karai, ¿por qué tardaste tanto? — cuestiona Destructor.
— me estaba preparando padre, para el entrenamiento — respondo aún con la cabeza gacha.
Mi respuesta parece convencerlo, sigue su camino hasta llegar al gran tigre, se pone a su lado y habla.
— Karai, él es Garra de tigre. El nuevo segundo al mando.
— ¿¡qué!? — levanto la cabeza y pregunto demasiada alterada — ¡ese puesto me lo gané yo! ¡No este sucio gato que solo persigue su cola!
Garra de tigre se enoja, pero no hace nada, simplemente sus manos las encoge en un puño. Poco después me percato que no tiene cola, una razón más para burlarme de él y que no me quite mi puesto tan fácilmente.
— aunque, ni siquiera puede cuidar su cola — respondo con una mano frente a mi estómago y la otra extendida hacia arriba, justo a la altura de mis ojos — ¿seguro que este gatito me va a remplazar, padre?
Garra de tigre vuelve la vista hacia Destructor, este le devuelve el gesto inclinando levemente su cabeza y sin pensarlo saca su espada y me ataca. Por reacción saco mi sable y bloque el golpe, el gran tigre quita su espada y con un movimiento rápido me da una patada en el abdomen, salgo volando hasta la pared y tiro algunas armas que se encontraban como decoración, un dolor inmenso me recorre todo el cuerpo, poco después se quita; supongo que es porque ya me he acostumbrado a estos tipos de golpes. Me levanto dispuesta atacarlo pero mi padre me detiene.
— ni un movimiento más Karai.
Con enojo guardo mi sable, mi padre se acerca a mí, sus ojos se penetran en los míos, debo de admitir que en algunas ocaciones me provoca algo de miedo. Pero... ¿A quién no? Si con tan solo pronunciar su nombre las personas salen corriendo o preguntan con miedo "trabajas para él" y si les dices que sí, te dan todo su dinero antes de salir huyendo. Nadie se quiere meter con él.
Y por tanto, nadie se junta conmigo...
— no cuestiones mi mando. Mi decisión ya está tomada — dice remarcando cada una de sus palabras — Garra de tigre se queda como segundo al mando.
Me limito a responder, esta decisión no me complace mucho. Que se cree este estúpido tigre, que puede venir a quitarme el puesto cuando se le de la gana. ¡Pues no! Ese puesto me lo gane con mi esfuerzo de cada día; recuperare el puesto cueste lo que cueste...
— además — añade Destructor volviendo a la postura correcta — Garra de tigre es unos de los más temidos asesinos de todo Japón. Él te ayudará a derrotar a Splinter y sus horrendos hijos.
Vuelve la vista hacia Garra de Tigre y le dice:
— espero que le enseñes modales a mi hija.
— no creo que sea necesario, esa niña no aprende ni con una buena paliza — contesta burlona mente Garra de tigre.
Definitivo, odio a ese tigre.
— no te permitiré que le hables de esa manera a mi hija. — dice mi padre.
Bueno, por lo menos no me deja tan descuidada.
— retírense, en la noche los quiero aquí.
Inclino la cabeza y salgo del Dojo...

Amor Imposible (Leonarai)© [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora