Destrúyeme.

Karen.

Es lunes 6 de la mañana, tengo 15,  primer curso en la preparatoria. Esto implica nueva vida social. Nuevos amigos, nuevo novio. Nueva vida básicamente.

Tenía un año soltera. Y la verdad estaba súper agradecida de haberlo estado. Es un fastidio tener que aguantar a un hombre, sus celos son estúpidamente irritantes. 

Sólo que también es algo deprimente estar sola, pasar horas en el computador o en el celular, es básicamente aburrido, o tener que leer libros de 1000 páginas, por que tus amiga están en la fiesta con su novio. Desvelarme viendo series, y comiendo chocolate es mi rutina. 

Hoy salí hacia la ciudad, me gusta ver como la gente corre con tanta prisa hacia sus trabajos. 

No estoy consentrada en encontrar a una pareja, pero debo confesar que acabo de ver a un hombre relativamente atractivo. 

Y no sólo eso, si no con una sudadera de mi colegio, desde 5 metros de distancia podía notar que era una persona dulce, pero con tan sólo ver sus ojos pude ver que dentro de el existía un lado pervertido. 

No, Tipo cincuenta sombras no. Esto era básicamente más atractivo, no le quite la vista de encima. Hasta qué volteo a verme, me hice la loca y tome mi celular y fingí llamar a alguien. 

De pronto cuando voltee a ver ya no estaba, ahora estaba detrás de mi, con cara de sorprendida dije:

-Hola, ¿de te perdió algo? 

Contesto: 

-Tu mirada. Has estado observándome desde hace 20 minutos cariño, lo note por el reflejo de mi celular. ¿Te parece si me acompañas por un café?. 

-Vale...- me levanté casi muriéndome de pena. 

Pero dios, tenía la voz más hermosa del mundo, era gruesa, y tan sólo sus ojos, eran de un azul cielo, tipo Colton Haynes. Y sus brazos eran súper gruesos. 

El era muy, muy perfecto.