Karen.

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Mierda. 

No escuche el bobo despertador eran las 7, deje a Dante plantado. 

Me levanté, me cambie tome mi célular y corrí hacia afuera, tome mi bicicleta y comenze a pedalear. 

Tome un atajo, pero no sirvió de nada la jodida bicicleta se trabo, así que continúe caminando, era un callejón, aún estaba de mañana así que estaba oscuro y algo frío, se veía tipo banda, tenía un mal presentimiento sobre ese lugar. 

Avanzaba rápido para llegar y ver si Dante seguía ahí.

De un momento a otro, sentí a alguien siguiéndome, me pare y voltee. 

Efctivamente me estaba siguiendo alguien, entre la ocuridad se veía una silueta de un hombre, alto robusto y joven. Y dijo: 

-Querida, que haces aquí, esta muy sólo para una jovencita... Como tu. 

-Sólo es un atajo... -dije con miedo. 

-Mmm, bueno, creo que ya vas tarde, no te gustaría quedarte un rato más...- se acerco. 

-No, estoy bien. - dije Alejandome. 

Se rio. 

-Anda, será divertido...- se acerco mientras se mordía el labio. 

Yo me alejaba, hasta que me tomo de la mano. 

-Tenemos tanto que hacer. 

Me levanto y me cargo en su hombro, mientras tanto yo gritaba y desesperada de encontrar una salida, grite: 

-¡Dante!. 

De la neblina se escucho un motor de una motocicleta, era Dante. 

Las llantas rechinaron.

-Bájala ahora.-Ordeno. 

El sujeto dijo 

-Oblígame muñeco Ken. 

-¡Dije bájala imbécil! 

Dante dio un puñetazo, y el sujeto me soltó, le regreso el golpe, y el lo esquivo, era buen peleador. 

Cuando noqueo al sujeto dijo 

-Sube a la moto Karen, abrazarme. 

Lo abrace y fuimos a mi apartamento. 

-Karen, ¿Qué te sucedía en la cabeza la querer pasar en ese callejón sola?. 

-Se me hizo tarde... Y la bicicleta...-Me interrumpió. 

-Lo importante es que estas bien. 

-Gracias... Yo sólo lo...-Me beso. 

-No es nada. 

Destrúyeme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora