Destrúyeme.

Dante.

Se quedo mirándome después del beso, y eso no me hizo sentir incomodo, Karen era una chica muy linda, sus cabellos dorados y sus ojos color gris, eran algo nuevo para mi, una chica realmente que mereciera un polvo conmigo. 

-No es nada- Dije sinico después de besarle. 

Esta chica no dejaba de verme, después de decirle eso, parecía que estaba hechizada pero se me quedo mirando otro buen rato, examinando todo mi cuerpo, después de ver arriba y abajo y ver que soy un chico guapo, se sentó, así que me pare y fui a la cocina por un café para que se despejara después de haber besado a Dante Campbell.

Regrese y vimos una película juntos en mi apartamento.

-Em...- Dudó - Dante.

- ¿Que pasa?- Le pregunte volteando la a ver, estaba linda, de hecho era una de las más lindas de los de nuevo ingreso.

-Yo...- Se callo.- Tu... ¿Qué somos?- Quería reírme, pero seria algo malo para ese momento, así que conteste.

-Lo que tú quieras- Le guiñe el ojo, le sonreí y dirigí mi mirada al programa de televisión que estaba, era muy inocente.

Esta chica lo único que hacia era observarme, quien no querría hacerlo, esta chica estaba realmente interesada en mi y eso no podía esconderlo, de delataba en su mirada, aunque para ser honesto, también yo me sentía atraído por ella, aunque eso no era de esperarse, todas las chicas buena son mi blanco.

Se volvió hacia el televisor

- ¿Estamos saliendo - pregunto de la nada y decidida, eso me sorprendió, pensé que era mas sumisa y callada

-Claro, ¿Crees que me la paso besando chicas por todos lados?- Así era efectivamente - Me gustas Karen, desde el primer día- Dije natural

Se recargo en mi hombro y su mirada se quedo perdida en el televisor como si examinara distintas cosas, como se tornaba aburrido en cuanto termino el programa me quise ir.

-Vale, te veo mañana, te amo. - le bese la frente y salí de su apartamento.

Ya fuera, vi que esta seria una conquista rápida, tan rápida como cuando la fleche ese día en la cafetería.