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|Leyla|

La mamá de Beth no le había contestado en tantos días no porque no la quisiera; no le hubiera gustado el regalo o porque ya no la amara.
La pobre señora había tenido un incidente que la había mandado al hospital, no queriendo que lo supiera su hija.
Sin embargo el Sr. Tyler consideró necesario informárselo a Beth, la cual se puso un poco paranoica, mucho, de hecho al borde de tomar todas sus cosas e intentar meterlas en una maleta que parecía solo poder soportar 3 cambios de ropa tipo playa.
Fue gracioso al principio pero la tensión aumentó, así que sugerí prestarle mi maleta y acompañarla al aeropuerto.
Camino a éste, en el taxi hablamos; yo sobre todo intentando calmarla para que no saltara sobre el pobre hombre que hacía su trabajo. No podía ir más rápido aunque se lo propusiera, esto es Nueva York, ¡Por el amor de Dios! Hasta yo sé que es complicado moverse en esta ciudad. Y eso que llevo un par de semanas.

—¿Pero ella está bien?-pregunté llevándome una mirada no tan linda de parte de mi amiga-

—Está estable-arrugó la nariz—Desmayarse y caer por las escaleras tiene sus secuelas.

—¿Pero, estará bien?

¿Por qué hago preguntas tan estúpidas? Debería abofetearme yo misma.

Papá no me dio detalles-Sentenció—Aunque supongo que fue lo más viable para que no me diera un ataque de pánico...¿Quisiera darse prisa?

Le gritó al taxista el cual dio un brinco del susto, refunfuñó algo indescifrable y trató de ignorar a mi amiga.

—Oye, deberías...deberías calmarte. Enserio, respira.-Ella hizo caso.— todo estará bien.

—Eso espero.- Murmuró y luego me miró con pesar— ¡Oh Leyla! Lamento irme así, se supone que son tus vacaciones aquí y yo...

—No importa. -La interrumpí.—Lo entiendo, enserio.

—Regresaré en cuanto pueda. Juro no tardarme.

—Y yo prometo no quemar nada.- Me reí.—Soy totalmente capaz de quedarme sola ¿De acuerdo,Elizabeth? Suenas como mi madre a veces.

—Bueno para cuando regrese quiero tener mi departamento y no cenizas de el.-Una sonrisa socarrona atravesó su rostro pero después se borró—¡Cielos, parece una tortuga! ¿Qué no ve que tengo prisa?.-Le volvió a gritar al hombre del taxi.-

—¡Me divorcié de mi esposa y no me he vuelto a casar para no tener que soportar esto!- Contestó el señor, totalmente abrumado.-

—¡Elizabeth! ¿Qué tal si dejas que el señor haga su trabajo?, lo siento.- Me dirigí a él y este soltó un suspiro.—Tu departamento y yo estaremos bien.

—No me haces sentir más segura.-Cerró los ojos y recargó su cabeza en el asiento.-

—Deberías considerar ir a alguna clase para el estrés, como Yoga o algo...-Mencionó el conductor y antes de que se desarrollará una batalla campal yo tenía que intervenir.-

—¿Podría solo conducir y ya?.-Dije en tono de súplica.-

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Cuando al fin llegamos al aeropuerto acompañé a mi amiga hasta dónde me fue posible, volvió a mencionarme algo de cuidar su departamento y no destruir su patrimonio o algo así, realmente no le hice mucho caso puesto que ya me lo había repetido mucho. Le dije que todo estaría bien y al cabo de unos minutos abordó su avión.
Y realmente espero que todo salga bien. La señora Tyler es una buena persona y estoy segura de que sabrá salir de ésta.
Aún llevaba algo de dinero, no el suficiente como para regresar así que tomé otro taxi hasta la estación más cercana de el metro.

Stay with me (1) |TASM| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora