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|Leyla|

—Si mamá sólo voy de la veterinaria al trabajo...no esta tan lejos, no pasa nada...-Suspiré.—Lo sé, tú número y el de papá están en marcación rápida-Asentí.—También los de emergencia.

Beth rió mientras pasaba afuera de la habitación. Aunque quizá percibió mi enfado ya que regresó a recargarse en el marco de la puerta y me dedicó una mirada burlona.

—No digas nada.-Entrecerré los ojos mirándola—¡No, mamá! No es a tí.-Mi amiga soltó una carcajada.—Beth está aquí.

—Dile que yo te cuido, no te doy muchos dulces y te envió a dormir temprano.-La miré mal.-

—Dice mi mamá que dejes de molestarme.-Le saqué la lengua después, estando consciente de que parecía una niña de 8 años.-

Aunque ella hizo caso omiso y bajó la mirada al esmalte de sus uñas. Yo volví mi atención a la voz de mi madre murmurando un "no te preocupes, luego la golpeo"
Me preguntó que cuando volvería o más bien si tenía planes de hacerlo. Ella sabía que conseguí el trabajo y que estaba hasta el momento bien; así me sentía. Pero estaba el tema de "los disfrazados" además era mamá y aunque me apoyaba en todo su preocupación no disminuía.

—No lo se yo...no lo se-Beth alzó la vista—En verdad, me gusta estar aquí pero también los extraño y...bien, bien me parece, hablaré contigo y con papá más tarde...yo también te amo.

Colgué.

—¿Y bien?

—Bien.-Me limité a decir con una leve sonrisa.-

—No te hagas la tonta, sabes a lo que me refiero.

—Lo escuchaste, sabes que me gusta estar aquí.-Soltó un chillido.-

—¿Entonces ya es oficial?-Habló mientras daba pequeños saltitos, una sonrisa se escapó de mis labios.-

—Eso creo, es decir aún así tendría que ir y ya sabes decirles en persona.-Hice un movimiento con mi mano.—Tener una plática y "despedirme", cuando vine hasta acá fue como una especie de visita.

—Pero, bien ellos lo entenderán. Te aman y te apoyarán en todo Leyla, además no creo que seas tan desgraciada en ya no volver nunca más.-Reí.-

—Supongo.

—Ok, basta de cursilerías y arriba que vamos a salir.

—¿Y a dónde se supone que vamos?-Me levanté y alisé el vestido con mis manos.-

—Pasaré a dejarte a casa de Peter, yo tengo que salir con unos amigos.-Mi mirada era incrédula y no me había movido de mi lugar, crucé los brazos.-

—No puedes hacer eso, no podemos.-Negué.—¿Qué tal si está ocupado?

—Oh no, él te está esperando. Hablamos esta mañana así que no lo hagas esperar.

—¡Oye tú! ¿Por qué me organizas citas? Y ¿amigos? ¿Por qué yo no los conozco?

—Porque ustedes me desesperan a veces y no los soporto ni entiendo, así que, sí: me estoy involucrando, puedes agradecerme después.-Rodee los ojos— y ¿No te basta con Peter? En todo caso no te conviene conocer a los demás.

—¿Están más locos que tú?-Me burlé.-

—No tienes idea, y tu fuiste la que dudó de mis métodos diciendo que "no me veías salir con nadie".

—¿Vas con un pretendiente entonces? ¿Cómo se llama?

—Me duele la cabeza con tus preguntas, en verdad me das migraña niña. Sólo mueve tu trasero.

Stay with me (1) |TASM| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora