"Fuego".

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Esteban Valentines:

Tenía un plan para la distracción que necesitaba Kara, me dirigí a mi casillero, puse la clave del candado y lo abrí. Adentro estaba el tesoro de todo piro maníaco...¡mi tesoro!.

Metí dentro de mi mochila algunos los fuegos artificiales ilegales, dos litros de gasolina y sal; es todo lo que necesitaba por ahora. Camine hasta el último pasillo más alejado de aquél bello edificio, por supuesto que también era el mas vació, pocos alumnos transitaban por aquel lugar: coloque líneas de sal por todo el largo pasillo, dibujando un pentagrama en el centro de éste, después de todo, tenía que hacer algo inolvidable y nada mejor que hacerlos pensar que una secta a provocado el incendio.

Después hice un agujero en una de las tapas de la botella con gasolina, empecé a esparcirla arriba de las lineas de sal y las puertas de madera de algunos salones vacíos, para darle un toque especial y llamativo coloqué algunos petardos encendidos dentro de los casilleros de metal; eso sin duda causaría un gran estruendo por todo el lugar. Tome un cerillo, lo encendí y lo arrojé a las líneas continuas y otro al pentagramas central, las flamas se esparcieron por las líneas de sal, manteniendo una flama de color azul y verde.

Habían llegado a las puertas de maderas, donde se cubrieron en ese bello fuego y humo negro.Se escuchaba el crujir de la madera bajo el insaciable fuego, contemplaba aquella obra de arte, donde el fuego iluminaba el oscuro pasillo consumiendo todo a su paso, era perfecto, simplemente hermoso.

Las flamas iluminaban mi rostro, un sonido ensordecedor se hizo presente... fue como el sonido de una bala, esos eran los petardos explotando, devolviéndome a la realidad, me di cuenta que era hora de irme antes de que la gente se acercará a curiosear. Seguí caminado y al doblar el pasillo escuché los pasos que se acercaban al lugar del incidente, las voces, gritos y llamados rompieron el silencio que invadía apenas hacía unos segundos; los alumnos curiosos se acercaban corriendo.

Los sonidos de los petardos seguían sonando retumbantes por el eco de los pasillos, sonreí satisfecho, si eso no era una distracción no se que lo será.

La alarma de incendios se hizo sonar acompañando de gritos y alumnos saliendo de sus salones corriendo golpeándose unos a otros con sus cuerpos por salir, cuando estaba a unos metros del salón de maestros vi como Kara salía de el y empezaba a arrojar unas hojas por los aires: su sonrisa victoriosa se hizo presente en su hermoso rostro, su sensual figura se movía con cautela entre los alumnos, levanté una de las hojas de papel y la giré, en ésta se presentaba una escena de acto sexual entre la directora y otros profesores, no pude evitar soltar una carcajada; ésta mujer esta loca sin duda.

Me dispuse a alcanzarla, estaba a punto de tomarla del hombro cuando vi la cara roja de enojo de unos de los profesores que la sujeto del hombro y la giró, su sonrisa desapareció al instante. Leí un perfecto "carajo" en sus labios, después miró a mi dirección y susurró

-Ayúdame...

Me acerqué a ella con delicadeza y sutileza, el profesor la sujeto de la muñeca y le empezó a arrastrar. Cuando me situé a su lado, me tomó de la mano y planto un papel pequeño en ésta y volvió a susurrar.

-Busca a Alex, él sabrá que hacer.-

Seguí con mi camino entre la gente y pensé"¿¡Quién carajos es Alex?!", tenía que encontrar a Danny, ahora más que nunca...

De Chicos Pervertidos y MisteriososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora