Capitulo 3.

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No quería pensar en que la carne humana me hacia mutar o que era lo único que podía comer pero yo ya no era el mismo de antes.
Ahora podría cobrar venganza contra las personas que me han hecho daño, de pronto un sentimiento extraño invadía mi cabeza.
Salí corriendo de las instalaciones de aquel laboratorio y por fin pude escapar así que corrí hacia el bosque corrí y corrí hasta llegar a una carretera, al estar en la carretera pude ver una luz cegadora que al parecer era un auto que coliciono y afortunadamente no me arrolló pero yo sólo podía pensar en comida fácil.
Después de haberme comido a la persona de el auto destruido me salieron unas enormes alas fue algo doloroso pero creó que me acostumbraré a las mutaciones de mi cuerpo.
Me adentre en el bosque y empese a experimentar y entrenar mi cuerpo después de varios días logre controlar mi cuerpo.
Mis garras podía ocultarlas y sacarlas a voluntad al igual que mis alas y también logre ocultar mi piel negra y mis ojos verde brillantes.
Por fin logre ocultar al monstruo y dejarlo salir cuando me plasca así que fui al pueblo más cercano mesclandome entre la gente, estube pidiendo empleo y un lugar donde dormir, una mujer llamada Judith allen dueña de un bar al cual acudí me dio un empleo y me dejó dormir en el sótano de aquel bar.
Estube muy agradecido con aquella bella mujer con cabellera de fuego estube un par de meses trabajando con ella y por un momento creí que me podía enamorar de ella pero me puse a pensar y quien se podría enamorar de un horrible y siniestro monstruo.
Me quede un tiempo en el pueblo sólo para juntar un poco de dinero y poder largarme lejos de aquella hermosa mujer, sentía que era una tortura estar con ella pero una mañana me fui dejándole una nota que decía.

Judith
Gracias por darme empleo y acilo en tu bar, me divertí mucho trabajando a tu lado y comense a enamorarme de ti pero devo huir antes de matarte.
Me duele dejarte pero la verdad es que unos científicos que trabajan cerca de las montañas me causaron extremo daño y me convirtieron en un espantoso monstruo
De cualquier forma estoy sumamente agradecido contigo
Att. Frank

FRANKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora