Antes de ingresar en este internado, tenía pensamientos sobre lo malo que iba a ser, me imaginaba rodeada de zorras con mini faldas y escotes súper pronunciados, estúpidas y con las calificaciones mas bajas que haya visto en mi vida, me imaginaba chicos lindos con cabezas huecas, que solo pensaran en follar y... Follar, con notas igual o peor de malas que las zorras.
Me imaginaba algo tétrico, habitaciones que parecieran mazmorras y cosas por el estilo.
Pensaba que me la llevaría de lo peor con todos y que sería tachada con suerte como una chica mala, si no me repudiaban y me trataban como a una negada social.
Pero me encuentro con habitaciones tan lujosas que parece que pertenecieran a un hotel cinco estrellas. Con una vestimenta adecuada sobre todos y cada uno de los estudiantes, tampoco he escuchado ni una sola mala palabra proveniente de sus bocas. Sé que no he interactuado mucho con ninguna persona aquí, pero no soy sorda, y lo poco que he escuchado en los pasillos, es un vocabulario digno del presidente de los Estados Unidos, o tal vez de la reina de Inglaterra.
Este lugar es mas extraño de lo que pensé.
Por un momento llegué a pensar que las personas aquí eran educadas, que lo que dice en los folletos no es mentira, y que aquí corrigen hasta a el mas mal portado y mal educado del todo el planeta.
Pero ahora, que me encuentro encerrada en mi habitación con el rubio Will debatiéndose sobre si asesinarme o cortarme la lengua para que no diga nada, empiezo a dudar de la autenticidad de la información en los folletos.
Ni siquiera sé que fue lo que vi, que sea tan malo como para que reaccionen de esa manera. No es la primera vez que veo a una pareja follando, aunque voy a admitir que me sorprende que ellos dos sean algo, la verdad nunca me lo imaginé, no significa que sea tan malo ni que deban cortarme la lengua para que no cuente nada.
Ni que fuera una chismosa.
Dylan, sigue detrás de mi sosteniendo mis manos en mi espalda baja. Tiene una de sus piernas entre las mías impidiendo así, cualquier movimiento de mi parte.
Ya he dejado de intentar soltarme cuando hace diez minutos, entendí que era inútil luchar contra la fuerza de Dylan. Si con una de sus manos es capaz de sostener con facilidad las mías, no tengo ninguna probabilidad de sacarlo de encima.
-Estamos perdidos. -Repite Will en voz baja, no ha parado de repetirlo desde que Dylan me empujó dentro de la habitación y él por fin se puso algo de ropa encima.
-¿Podrías soltarme? No voy a ir a ninguna parte. -Le digo a Dylan ya que mis manos se comienzan a entumecer, pero él niega con su cabeza y me apreta más contra su cuerpo.
-No.
-Sueltame o grito. -Le amenazo, pero él sigue con su actitud indiferente y vuelve a negar con su cabeza. Abro mi boca dispuesta a gritar pero su mano libre se encarga de cerrarla de golpe antes de que algún sonido salga de mi garganta.
¿Podría ser mas sutil? Creo que no.
Trato de forcejear nuevamente, pero mi intento es en vano, otra vez, él me gana en muy poco tiempo. Trato de morder su mano otra vez, pero la presiona contra mi boca impidiéndolo.
Agh, ya me estoy estresando.
Como puedo, suelto un suspiro, ya me estoy cansando, también voy tarde a clases y estos locos no me quieren dejar en paz.
Solo me queda esperar a que solucionen su "problema" entre ellos y luego me dejen ir, si no es que se deciden por matarme y entonces ahí si que estoy perdida.
-Ya vuelvo. -Agrega la rubia de repente y sale dando un estruendoso golpe con la puerta.
-¡Espera! ¡Chloe! -Grita Will y seguido de eso, él sale de la habitación detrás de ella.
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Internado de Idiotas
Teen Fiction"Un internado lleno de idiotas" es lo que piensa Samantha Foster cuando sus padres le dan la terrible noticia. ¡La enviarán a un internado! La están obligando a vivir rodeada de puras zorras y asquerosos jugadores de fútbol con hormonas desatadas. ...