Oportunidad

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Este capítulo, wattpad lo había puesto privado, por eso tuve que resubirlo...

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Apenas conoció Isaac, el nuevo departamento, Uriel y él tuvieron que mudarse, así que empacó las pocas cosas que tenía y dos días después, ya estaban en su nuevo 'hogar' totalmente instalados; a pesar de que eran días festivos, el mayor consiguió quien hiciera la mudanza de las pertenencias por una buena suma de dinero; aunque al pelirrojo le extrañó que Uriel también llevara todas sus cosas, desde su ropa, hasta sus libros, eso sin contar con sus bebidas, pues nada le quitaba de la cabeza al ojiverde, que lo que quería el demonio, era tener el otro departamento libre para retozar con su 'novia'.

El fin de semana, Uriel lo llevó a comprar los muebles; Isaac disfrutó esa experiencia y no pudo evitar demostrarlo. Recorrieron muchas tiendas, dónde el niño eligió cada detalle del departamento; sala, comedor, una cama para otra habitación, un escritorio para él, cortinas, sabanas, almohadas, cuadros, vajillas y detalles, en fin, todo lo que el departamento nuevo necesitaba y, además, eligió los muebles para el nuevo despacho de Uriel, algo que lo hizo sentirse emocionado, sin siquiera tratar de ocultarlo; en lo único que no quiso opinar, fue en el nuevo mueble del bar que el mayor iba a tener, ya que según él, no le interesaba. El pelinegro había notado la felicidad de Isaac durante las compras y lo hacía sentir tranquilo, apenas habían transcurrido cuatro días y, a pesar de que el pelirrojo se negaba a volver a decir que lo quería, volvía a ser cómo antes, testarudo y gruñón, pero en la cama le correspondía con pasión y deseo.

Aun así, los problemas no estaban del todo descartados, y todos los días discutían, tanto por el reproche de Isaac por la novia inexistente, cómo por los celos de Uriel cada que el pelirrojo recibía una llamada a su celular de sus amigos, ocasiones en las que, el abogado le arrebataba el aparato de las manos, colgaba y empezaban la disputa; y, para terminar cada pleito, había una ronda de sexo, pues era la única manera de acallar cualquier reclamo de ambas partes.

El lunes, cuando inició la segunda semana de vacaciones para Isaac, notó como el mayor recibía llamadas a su celular y al nuevo teléfono de casa; llamadas que lo ponían de mal humor y en ocasiones escuchaba nombres sueltos, entre ellos, Arturo y Joaquín; pero en ningún momento preguntó, a pesar de que la curiosidad lo invadía. Tenía miedo que tuviera algo que ver con 'Heidi', que si bien, no había sabido nada de ella hasta ese momento, y el pelinegro pasaba cada minuto del día con él, sabía que esa mujer existía.

Uriel, por su parte, tenía sus propios problemas. Ya había hablado con una nueva firma de abogados y el lunes, que Isaac regresaba a clases, él también tendría un nuevo empleo; pero, obviamente, su abuelo ya estaba enterado de su salida del departamento y de su nuevo ingreso con la competencia, logrando que le llamara constantemente a su teléfono móvil, pues aún no localizaba su nuevo hogar. Arturo y Joaquín lo mantuvieron informado, ellos fueron los primeros a quienes les preguntaron por su paradero; obviamente sus amigos fingieron demencia, cosa que su abuelo no creyó en lo más mínimo, pero no les pudo comprobar nada y por lo mismo, Uriel no había querido que fueran a visitarlo, para no llamar la atención de Rogelio, quien seguramente, por órdenes de su abuelo, andaría vigilando a sus amigos para encontrarlo.

Cómo no tenían aún a nadie para limpiar, Isaac se encargaba de ello especialmente porque solo debía mantener limpia la habitación y la cocina, ya que Uriel preparaba los alimentos de ambos. Para cualquiera que no supiera de su situación, parecían dos recién casados en plena luna de miel; Uriel aprovechaba cualquier pretexto para acercarse a Isaac tratando de llenarlo de cariño y amor, intentando que el menor se diera cuenta de sus sentimientos y lo volviera a aceptar, sin importar que el niño no le correspondiera abiertamente, excepto, cuando estaban teniendo sexo. Precisamente por eso, ese lunes, a media tarde, cuando todos los muebles llegaron, el mayor decidió hacerle el amor al pelirrojo en todos ellos durante los siguientes días, llenando el departamento con recuerdos, para que Isaac no pudiera estar en alguna parte sin recordar que le pertenecía a él.

Eres míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora