¡Hola! Gracias por pasar por ésta historia, la coloqué hace algunos meses en fanfiction y pues ahora la traigo a wattpad para quien me quiera leer <3
South Park pertenece a Trey Parker y Matt Stone. Sólo la historia es mía.
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Ya había perdido la esperanza, los minutos pasaban y cada segundo le parecía eterno. Después se convirtieron en horas y el movimiento aletargado de las manecillas parecía reducirse por momentos. Era oficial, su madre no iría por él ésta vez. Había perdido hace mucho la cuenta de cuantas veces estuvo en detención; su padre fue el primero en cansarse de asistir a la oficina del consejero cada vez que la directora lo requería, su madre lo hizo después, cuando las peleas en casa se volvieron más intensas por el comportamiento del mayor.
Cuando el consejero se resignó a que tendría que soltarlo nuevamente sin poder hablar con sus progenitores, pudo irse al fin a casa. Tenía unas ganas inmensas de sumirse en su cama y dormir, dormir por mucho tiempo para olvidar las cosas que estaban sucediendo en ese momento, pero unos audífonos y un cigarrillo fueron suficientes para que su día pudiera continuar, no sin antes claro, pasar a la cafetería de los Tweak a ver a la única persona que podía hacer que su día no fuera tan malo.
Entrando al lugar y sentándose en la barra como era su costumbre, esperó a que su rubio se acercara a pedir su orden, la cual había dejado hace mucho de ser café, pues los dos habían aprendido que si no querían ser sorprendidos teniendo una intimidad bastante violenta (pero excitante para los dos (¿?)), era una muchísimo mejor idea que Tucker tomara tan sólo un chocolate
Al fin, divisó aquella cabellera rubia y despeinada que se acercaba a él. Se veía algo más nervioso de lo habitual, miraba hacia todos lados con preocupación y sus ojos rojos de tanto estar despierto se veían secos, sus tics eran más frecuentes.
-¿Qué pasa, Tweekers?¿Te volvieron a robar la ropa interior los gnomos? –Cuando el rubio estuvo más cerca de él, soltó el comentario con su voz grave, que había dejado de ser tan nasal desde que pasó la adolescencia, sin embargo esto no logro el objetivo de que el menor se relajara un poco, al contrario.
-GAH! C-Craig! –Soltó un gritito agudo de sorpresa, entre sus tics eso era adorable. –N-No, a-ahora los gnomos no tienen ngh-nada que ver...-
-¿Entonces? –Pregunto el pelinegro, levantando una ceja en modo de cuestionamiento. De seguro y era otra de las ideas paranoicas de su dulce ansioso.
-¿N-No has visto las A-AH noticias? –Protestaba, demasiado rápido. Él nunca tenía la costumbre de ver esas cosas era ¿Demasiada presión? –¡Se están comiendo a la gente! –Su rostro era de terror total, no había visto a Tweek de esa manera desde que eran pareja, sin embargo lo que decía era bastante raro, no podía asimilarlo. ¿Se había escapado algún animal acaso?¿Un tipo de experimento fallido del gobierno?¿De nuevo Bárbara Straissen? ... No, ya estaba teniendo delirios de persecución por andar tanto con el rubio.
-¿Qué? –inquirió -¿Quién se come a las...? –No pudo terminar la frase, ya sujetaba al menor de los hombros pues parecía irse a desmayar cuando un grito de histeria y dolor recorrió las calles aledañas a la cafetería. Todos los clientes se acercaban a las ventanas intentando ver lo que sucedía. Dejando a Tweek atrás del mostrador le pedí que se escondiera, por lo que fuera que pasara, mientras iba a intentar acercarse a la puerta, pero cuando estuvo a punto de abrirla una ensangrentada figura deformada se pegó al cristal de una ventana, manchándola de un líquido entre rojo y café como si la sangre y el lodo se hubieran combinado y eso estuviera escurriendo de su lacerado cuerpo. Los ojos de esa cosa eran blancos, por obviedad estaba ciego, y podían verse las entrañas haciendo su aparición por entre las ropas de quien parece, había sido alguna vez una persona, pero ahora parecía más un perro rabioso, aunque menos ágil y rápido.
Al ver aquello se alejó unos pasos y otro cliente salió corriendo acompañado de su familia, no pasó mucho tiempo para que esa cosa comenzara a seguirlos a ellos y se alejara del cristal. Muchos aprovecharon para salir y correr lo más rápido que pudieran, otros, asustados y atónitos se quedaban inmóviles en su lugar o sosteniendo a los débiles de estómago que ahora daban arcadas devolviendo toda la taza de café y el bizcocho de su pedido.
Cuando por fin Craig pudo reaccionar tan solo pude ver una cosa: Venían más.
Lo más rápido que pudo cerró la puerta para que no salieran más de las asustadas personas o entraran esas cosas; usó el cinturón que llevaba puesto como candado y en un intento desesperado y algo torpe corrió a buscar algo más resistente a la cocina, y de paso, tomar a un tembloroso Tweek del brazo y arrastrarlo consigo, haciendo todo lo posible para que no viera el repugnante espectáculo por el cristal.
-N-No te muevas de aquí. –Dijo, acariciando su mejilla para deshacerse de una de las lágrimas frías que ahora recorría su rostro por el miedo. Sus ojos bien abiertos no permitían que hubiera más, pero en ellos se veía una gran angustia.
Al momento de girar la cabeza encontró un tubo metálico, deshecho quizá de algún aparato de cocina que habían des instalado hacía pocos días, eso serviría. Rápido y abriéndose paso entre la multitud de personas que se agolpaban tras los estantes se dirigió a la puerta para poner aquel metal que podría ser la salvación en ese momento, pero esas cosas ya se estaban agolpando sobre las ventanas y eran cada vez más; cuando estuvo seguro de haberlo colocado lo mejor posible y sin ser tocado por aquellas manos ensangrentadas cuyos pedazos de piel colgaban como si se tratara de harapos de cualquier tela barata, notó que quedaban pocas personas algunas parejas que se abrazaban con miedo y otros pocos compañeros de clase que se habían parado de sus mesas para esconderse atrás del mostrador como muchos o pegarse a la pared lo más lejos posible de las ventanas (cosa que el pelinegro también hizo casi al instante)
-¡R-Romperán el vidrio! –Gritó una voz llorosa y conocida, tan sólo ver el rostro de Clyde y de Red pudo respirar un momento, pues le reconfortaba ver que aún alguien conocido seguía vivo. ¿Qué habría pasado con sus padres?¿Y sus demás amigos? El momento de paz duró poco, pues adentrado en sus pensamientos no pudo ver que era cierto, la presión que ejercían esas criaturas venció el cristal. Tomó la mano de los dos aunque parecían estar algo idos, en especial Red que no tenía expresión alguna en su rostro, más que la de confusión. Llevándolos a los dos a la cocina junto con Tweek, levantó al cafeinómano en brazos pues estaba hecho un ovillo haciendo que los otros dos le siguieran a la trastienda (hace tiempo había guardado una llave del almacén de los Tweek en mi chaqueta para alguna "emergencia"... (¿?)). Lo más rápido que pudieron aquellos asustados chicos entraron al almacén y el pelinegro cerró la puerta de nuevo con seguro, aunque eso no impedía que escucharan los gritos de dolor y miedo que provenían de la parte delantera y que cada vez se hacían más desgarradores y angustiantes... ¿Qué era lo que estaba sucediendo? ¿Por qué allí?...
Tomó al rubio entre mis brazos, apretándolo un poco para intentar tranquilizarlo pues estaba temblando y tomándose la cabeza como si ésta le fuera a explotar...
-Tranquilo Tweek... -Al fin se atrevió a pronunciar palabra. –Estaremos... bien.- No era lo que creía, pero necesitaba que se volviera un mantra, al menos ahora que parecía que todo había cambiado...
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Alive?
ActionDe un día para otro todo cambió. Sus vidas no podían volver ser iguales, pero aún seguían juntos y enteros, y ahora eso era lo que importaba: seguirían adelante. (Creek, Dip, Kyman, Stendy) Multipairing