¿Qué hacemos?

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Lamento mucho la tardanza, pero me quede sin computadora ;w; Ahora mismo actualizo desde la de escritorio que es de mi hermano... :'v Lo lamento tanto ! Igual pues aqui va c: Espero y les guste <3 

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El mismo podía sentirlo, el otro ya no podía controlar su cuerpo por más que quisiera.

Habían estado encerrados en el almacén el tiempo suficiente para que Tweek tuviera más crisis de pánico de las que había tenido en un mes entero, parecía por su tono de piel que se desmayaría en cualquier momento.

Craig estaba preocupado, pero al intentar calmarlo las primeras veces y ser incapaz sabía lo que de verdad necesitaba el otro, así que Red y un lloroso Clyde al intercambiar miradas con el pelinegro entendieron el mensaje y se encargaron de sentar al chico en un rincón alejado de la puerta y de Craig mientras éste buscaba algo que pudiese servirle.

En el almacén de los Tweek había pocas cosas que pudieran ayudarle a defenderse contra esas criaturas, tan sólo una escoba, un recogedor y ¿Una pala? No sabía qué hacía eso allí pero agradeció a Strippers haberlo encontrado.

No fue hasta ese momento que tuvo la oportunidad de pensar en otra cosa que no fuera Tweek ¿Qué habría pasado con su familia? ¿Y Ruby? ¿Y Strippers?... Caviló que en ese momento no podía hacer nada por ellos y eso lo hacía sentir impotente, a menos intentaría calmar a su novio para lograr salir de allí y buscarlos, si es que aún se encontraban vivos en algún lugar.

Tomó la pala y caminó hacia la puerta con la mirada fija y decidida, lo cual lo ayudó a darse cuenta cuando Tweek se levantó sin deshacerse del agarre de los chicos. Craig podía sentir la mirada de terror e imaginar cómo sus ojos se cristalizaban pero por eso era tan necesario salir, ya no quería ver al rubio tener otro ataque de pánico; iría por su medicación. Al menos la que estaba siempre en la caja registradora.

Abrió la puerta y sintió al instante el olor a sangre y podredumbre penetrando desde sus fosas nasales hasta su estómago el cual se revolvió a tal grado que tuvo que cerrar la puerta de inmediato para que los otros no lo vieran vomitar el poco contenido que quedaba en su interior.

No podía aún recuperarse cuando escuchó un ruido al frente del mostrador y se puso alerta tomando la pala lo más fuerte que podía sobre de su hombro, intentaba que sus manos fueran firmes sin embargo temblaban al contacto con la madera.

Su sistema nervioso parecía entrar en shock, pues sus articulaciones no dejaban de crujir a cada movimiento forzado que realizaba y aunque con pasos lentos y asustados, logró divisar aquellas cosas que empezaban a arrastrarse tras los sonidos de pisadas. Ya no eran tantas como recordaba, quizá habían corrido tras los que lograron escapar para hacerles lo mismo que les hicieron a ellos.

Una de esas criaturas se acercó demasiado a Craig y lo tomó de una pierna haciendo que su piel se erizara al contacto. Contuvo un grito ahogado y no pudo saber cuánto tiempo pasó desde ese toque hasta que el frío metal se estampó de lleno contra los restos de carne hechos jirones y el macizo cráneo-facial se vio regado en el piso cubierto de líquido cefalorraquídeo xantocrómico y el carmesí violáceo de la sangre descompuesta.

El segundo monstruo no lo tomó tan de sorpresa, pues le vio incorporarse y sus brazos reaccionaron por instinto acertando un golpe en el cuello lacerado que logró desencajar los nódulos de la faringe ya destrozada de la criatura y dejar caer su cabeza por un lado, rodando por el suelo de la cafetería.

No podía recuperarse cuando se vio rodeado por otros dos que por el escándalo se habían erguido, sus nervios parecía que iban a estallar a mismo tiempo que el labio inferior que había estado mordiendo para evitar el castañear de sus dientes.

-Maldita sea.- Pensó, volviendo a poner presión en la lánguida piel de su boca para hacer más fuerza y lograr un golpe directamente al rostro del primero que se iba acercando, aunque al momento de intentar lanzar otro golpe al último de aquellos se dio cuenta de que la pala estaba atorada entre los restos de cráneo del cuerpo inerte que aún se resistía en partirse en dos. Intentó repetidas veces desincrustar la herramienta, pero fue inútil, sus fuerzas no eran suficientes. Con su puño cerrado giró sobre su pierna derecha lo más rápido que pudo, golpeando al cadáver en la mejilla y logrando derribarlo, era suficiente para que con su pie izquierdo le destrozara los sesos.

Agotado tanto física como psicológicamente, jadeaba, con una de sus manos tapando su rostro. Sus piernas le fallaron cuando terminó aquella "masacre" y casi queda en el suelo, pero una de las mesas que estaba cerca lo salvo de su caída.

Conocía a aquellas personas y las había golpeado hasta matarlas. ¿Por qué? Porque les temía. Lo habían atacado. Ya no eran ellos.

Tomando el aliento necesario para reincorporarse y dirigirse primeramente por la pala que tanto le había servido en ese momento, y lo siguiente fue la caja registradora, donde encontró algunos blisters de la medicación de Tweek. Sonrió, esperando que aquello fuera suficiente para al menos un tiempo.

Cuando entró de nuevo al cuarto con los tres chicos cerró de inmediato la puerta, pues no sabía si aún quedaban más de aquellos seres o si vendrían más, todo lo que quería hacer en ese momento era tener un minuto de descanso, ya tendría algún plan para luego de que Tweek tomara su medicina y...

-¡Eres un imbécil!.- Escuchó un grito familiar, ahogado como pocas veces, y sintió un tibio calor entre sus brazos. Pronto se vió acariciando la rubia cabellera de su novio para intentar calmarlo nuevamente pues lloraba convulsiva mente pegado a su hombro.

-N-No es para tanto, Tweekers. -¿Había tartamudeado?- Ya no hay nada allá afuera. Estamos a salvo... -Buscó en sus bolsillos, no quería dejar de sentir aquel calor que tanto adoraba, pero sabía que ahora lo que era imprescindible era que el chico estuviera bien para poder salir de allí y buscar otro lugar donde esconderse.-Traje tus...-

-¡No! ¡Agh! ¿¡N-No lo entiendes Craig?! –Secándose las lágrimas empujó al moreno e hizo que cayera, arrepintiéndose de inmediato y dejándose ir de rodillas con él, no se atrevía a tomar sus manos ni su rostro. -¿Qué haría si te pasara algo?...-Susurró, comenzando a jalar sus rubios cabellos e intentando sacar la sangre seca que Craig había dejado en él...

Tanto sus manos como su ropa y rostro estaban cubiertos de sangre, las pistas del sanguinario acto estaban allí, no tenía como lavarlas ni como esconderlas.

-Tranquilo Tweek...-Se acercó Clyde con su rostro aún lloroso, parecía que no había parado de llorar en todo el tiempo que llevaban allí dentro. Red tan sólo ignoraba la escena, metiendo algunas cosas de comida que había encontrado en el almacén de los Tweak en su mochila, parecía la única que sabía lo que había que hacer del grupo además de Craig.

Debía mantenerse fuerte.

En algún otro lado un sollozo suave acariciaba el silencioso vacío del metal, el dolor en aquella voz parecía socorrer al incesante lamento acallado de una voz que ya no podía escucharse.

-D-Despierta, p-por f-favor... N-No me hagas esto, Kyle.-Suplicaba, moviendo el cuerpo ahora inerte de quien tanto había querido en su tiempo. La pierna del pelirrojo estaba lacerada, no parecía una mordida pero si era suficientemente grave para pensar que podía haberse desangrado.

-Dejalo, Stan.-Decía otra voz serena, sin sentimiento. –Sabes que si despierta, ya no será él.-

Pero no hubo respuesta más que un sonido grave gutural que provenía del cuerpo de Kyle.

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