12.

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Hayley.

-Miller, el chico de allá no para de verte.

-¿Cuál?

-El rubio.

-Oh, enseguida vuelvo.

Me dirigía hacia donde el chico estaba. Y al verme acercarme a él, enterró su vista en los tomates y los empezó a tocar.

-Hey, rubio.

-¿Qué?

-¿Me dijiste ''Qué" a mí?

-¿Sorda?

-Mira no te conozco, pero más te vale que vayas bajando ese tono que tienes conmigo.

-¿Si no quiero qué?

Este sí que quería morir.

-¿Por qué me dejaste plantado?
Te estuve esperando.

-Ja, ¿de qué hablas?.

-No te hagas la mosca muerta.
Te invité a cenar, y nunca te apareciste.

-Ah, ya veo. Debes de estar confundiendome, Adiós.

-¡Espera!

Corrí hacia mis tres hombres y les dije si ya estaba todo listo para irnos. Pagamos en la caja. Y estábamos dirigiendonos ala salida.
Wow, ese chico si que era atractivo.
Pero su carácter de mierda, lo arruinaba.

Recuerdo que Hayley lo vio, pero ya es demasiada coincidencia encontrarmelo aquí.

Mis acompañantes estaban abriendo la camioneta, cuando veo a un rubio sentado en el frente de la camioneta.

-¿Qué mierda haces?

-Mi coche se arruinó. ¿Me darías un aventon?

Y ahí estaba otra vez.

Tal vez deba ver sus malditas intenciones. Ya que..

No creo en las casualidades.

Bad. Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora