"Irse"

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Un par de cotillas rotas y la pierna fracturada habían sido las consecuencias del accidente en auto, los guardaespaldas se encontraban en recuperación como ella, al crecer sus cuerpos llenos de músculos resistieron más a comparación con el de la pequeña Paris, ella aún se encontraba durmiendo a consecuencia de la anestesia, se veía terriblemente indefensa bajo la luz blanca de esa lámpara, sentía como pequeñas lágrimas rodaban por mi mejillas pero no deseaba dejar su mano en ningún momento, ya había pasado 12 años alejada de ella, no necesitaba ni un segundo más.

— ¿Aún no despierta?

—No, ha estado igual por las últimas horas, ¿el docto dijo algo?

—Sí —me tendió un vaso lleno de café, pero mis fuerzas no eran las suficientes para tomarlo, negué con la cabeza mientras dejaba el vado sobre la mesa de noche para explicarme lo dicho por el doctor —. El efecto de la anestesia debe pasar dentro de un par de minutos, si tarda más de 15 minutos en reaccionar debemos llamarlo para ver si todo está marchando bien.

—De acuerdo.

El silencio nos abrazo a ambas luego de reposar sus manos sobre mis hombros.

—Ella va a ponerse bien, es una niña muy fuerte —me aseguró imitando una sonrisa a la perfección, sus ojos azules no le dejaron mentir de cualquier manera. Las perfectas fracciones de su rostro con los ojos hinchados me hicieron sentir en el pecho algo parecido a la culpa.

—Riley, siento no haberte escuchado cuando estaba en el avión.

—Esto no es culpa tuya y no intentes hacerte culpable de ninguna forma, ¿de acuerdo?

—Si no hubiera accedido a ir...

—Mamá, basta. De no ir probablemente habría sucedido, algunos resultados no cambian sin importar cuanto alteres los factores.

Me quedé en silencio durante unos minutos escuchando las marinas alrededor de Paris funcionar, Riley no dijo mucho dejando escapar de vez en cuando un suspiro, sus ojos estaban perdidos en el humo del café, parecía estar meditando algo y a pesar de estar preocupada por mi niña de ojos claros ella también merecía mi atención.

— ¿Estás bien? —me atreví a interrumpir sus pensamientos, me miró tomando aire—, puedes decirlo, lo sabes.

—Ben mencionó algo mientras estaba en la sala de espera.

— ¿Qué?

—Paris habló con él, le dijo que somos hermanos, mencionó algo sobre quedarnos con ella, estaba muy histérico, pero recuerdo bien la parte de ser hermanos, ¿Paris es tu hija?

El tono de su voz era alarmante, me mira exigiendo una explicación inmediata de los hechos.

—Es algo complicado, cariño.

—Necesito saberlo, ¿Cómo sucedió todo esto? ¿Cuándo?

—Ry... —cerré lo ojos con fuerza respirando hondo—. Es mi hija biológica...

—Entonces es verdad.

Me había imaginado otra reacción de su parte, no parecía estar muy feliz con eso, y por el contrarió su semblante pensativo me dejó una gran interrogante.

— ¿Mamá?

Los verdosos ojos de Paris se abrieron frente a los míos, un par de lágrimas se asomaron quedándose entre mis pestañas, el alma me volvió al cuerpo justo en esos momentos. Intentó incorporarse con la respiración alterada al notar todas las maquinas a su alrededor.

— ¿Qué ocurrió? —pronunció con un susurro apenas entendible.

—Tuviste un accidente en auto —Riley respondió por mí mientras sostenía su mano con fuerza.

— ¿Y papá?

—No ha podido entrar, lo encontró inconveniente.

— ¿Aún debemos irnos? —su voz se rompió justo cuando terminó la oración—. No quiero irme, quiero quedarme contigo, por favor.

—Eso no es posible —la voz de Michael nos hizo girar la cabeza en dirección al hombre de bata en el umbral de la puerta, su mascarilla cubriendo la mitad su cara no logró confundirnos como seguramente lo haría con las demás personas, ni con el cabello totalmente recogido dejaba de ser él.

—Papá —ni sus palabras rectas le restaron alegría a su reacción, él se acercó sin demora para estrecharla entre sus brazos.

—Siento mucho haberte abandonado.

Nadie emitió palabra alguna por los próximos 20 minutos que se prolongó su abrazo, Riley y yo decidimos dejarlo solos mientras hablan un poco sobre lo ocurrido, una vez en la sala de espera los ojos azules de Ben me abrazaron en cuanto pudieron ubicarme, corrí hasta él para abrazarlo.

— ¿Estás bien?

—Sí, yo únicamente traje a lo hijos de Michael. Mamá, el auto destrozado, los otros tres hombres buscaron protegerla de cualquier manera.

—Carño, estas temblado.

—Hay algo que simplemente no puedo quitarme de la mente.

Él realmente estaba asustado, su respiración era irregular como si de pronto fuera a recurrir al llanto, no recordaba haberlo visto de esa mera.

—Lockwood dijo algo cuando ella estaba a punto de subir al auto.

—Él no tuvo nada que ver Ben, esto simplemente fue un accidente —le tome ambas manos guiándolo de nuevo hasta las sillas en la sala de espera—. Todo va a estar bien, nadie tuvo la culpa de nada, ¿de acuerdo? Tal vez se cruzó un animal o el suelo estaba en mal estado, esas condiciones no pueden ser culpa de nadie.

—Te equívocas —una vez más estaba ahí frente a mi examinando todo el lugar con sus ojos castaños con el disfraz aún puesto—, los hombres que acompañaban a Paris tenían una advertencia sobre un posible atentado, los habían estado siguiendo en los últimos días, al parecer encontraron el momento perfecto para atacarlos. Paris no vio quien fue quien los golpeó, al parecer entro en estado de shock luego de escuchar al conductor decirle que debía agacharse. Está muy confundida sobre lo ocurrido, pero sin duda fue un atentado.

— ¿Por qué alguien desearía hacerle daño a una niña? —Riley habló por todos.

—Por mí.

—Para probar que estás muerto —respondí al instante.

Esa era una verdadera amenaza, era una de las razones por las cuales Michael debería salir corriendo con sus hijos de la mano, su mira llena de ese brillo melancólico me dijo al instante, si había perdido años de la vida sin Paris entonces era el momento perfecto para despedirte del resto de su vida.

—Nos iremos lo antes posible. Sin duda llevaré a Paris conmigo.

Un nudo me nació en la garganta.

A tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora