Las firmas estaban en su lugar y a pesar de verlo llorando de esa manera tan desesperada no me sentí culpable por mi decisión, sus ojos azules.
— ¿En serio es tu última palabra?
En uno de sus sueños los papeles terminaban rotos, me lanzaba a sus brazos sin preocuparme por nada y las cosas volvían a ser como antes, pero sueño estaba tan lejano de la realidad como yo de quiénes amaba. Se postro de rodillas frente a mí con la cara bañada en llanto, sus ojos azules se tornaron verdaderamente claros sin mucho esfuerzo, abrazo la parte baja de mi cuerpo antes de comenzar a sollozar.
—No hagas esto, por favor... No me abandones a mi suerte porque sin ti, sin mis hijas no tengo nada.
Sus palabras apenas eran entendibles, el abogado me miraba como si fuera el más desalmado de los monstruos, sin embargo ignoré todas sus plegarias, él ya no podía retenerme más, ya no era la tabla de salvación lejos de la tormenta, ahora era quien me había encerrado en una jaula de oro.
—Lo siento, no puedo hacerlo, no puedo quedaré atada a ti ignorando mi naturaleza.
Ya no era pequeña, la fuerza había regresado a mí justo cuando me sentía tan frágil. La puerta azotó contra la pared mientras Ben y Riley aparecían con las niñas entre sus brazos, Lockwood se puso en pie limpiando sus lágrimas con el dorso de su mano, Riley le regaló una de sus miradas impregnadas de desdén.
— ¡Lockwood, no haces nada bien! —sus pasos resonaban por toda la casa, en cuanto su mano se estrelló contra el rostro de L me sentí alarmada.
—Riley.
Centro su mirada en mí, sus ojos enrojecidos me reflejaron entre sus lágrimas.
—El boleto, tenías un boleto para Los Ángeles.
No podía comprender de que rayos estaba hablando.
—Él no te lo dió y perdiste el avión.
Tomé el papel en sus manos y lo abrí sin mucha prisa "Te espero" se podía leer en el interior de la cobertura. El vuelo había despegado una hora atrás, y cuando logrará aterrizar Michael no me vería ahí, los ojos se me llenaron de lágrimas, él iba a irse con el mensaje equivocado en mente.
—Se fue —no sabía si lo había dicho o simplemente pensé en silencio.
¿Cómo iba a poder ser feliz? ¿Cómo iba a poder vivir? ¿Cómo lograría librarme de esa tristeza?
— ¿Quién te envió ese boleto, Lisa? —la voz de Lockwood rompió toda mi atmósfera, sus ojos me capturaron y me creí incapaz de moverme.—Mamá, mírame —Ben me tomó la cara entre sus manos—. No puedes darte por vencida sin intentarlo.
Él tenía razón, sin embargo no podía moverme, estaba estática, como pegada al piso sin las fuerzas suficientes para realizar ninguna acción e incluso respirar me estaba doliendo.
—Nos tienes a nosotros, y te llevaremos a cualquier lugar.
No supe cómo salí de esa casa, no supe cómo llegué hasta el asiento de ese avión mirando por la ventanilla sin saber cómo afrontaría la ausencia de Michael, porque estaba casi segura de no llegar a tiempo.
Sus ojos marrones se dibujaron en el cielo nocturno, llegaría a Los Ángeles cuando el cielo se encontrará en su punto y podía recordar cuántas veces le vi sobre mi hombro antes de partir, incluso cuando no estábamos molestos y las circunstancias me obligaban a estar lejos de sus brazos. Nunca pude encontrarme a alguien a quien deseara abrazar como lo abrazaba a él, nunca encontré sus labios en los de nadie más y extrañaba cada rasgo de su cuerpo, de su alma, no importaba si el mundo estaba plagado de Jackson o Michael, nadie era Michael Jackson, si ahora debía verlo partir de nuevo, al menos deseaba decir adiós desde una ventana.
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A tu lado
Fiksi PenggemarTe vas o te quedas, es una sentencia, no más luego del presente, el futuro no existe pero es la ilusión que quiero contigo, por favor, es hora de vivir el uno con el otro sin sentirnos culpables por el amor creciente entre nosotros, te amo y la únic...