La timidez de los árboles

Ojos de ensueño

Hoy se sintió sin aire. Hoy sintió sus manos temblar, y no el temblor de todos los días, sintió frío y parálisis...

Se imaginó esos claros y profundos ojos mirando hacia otra dirección. A causa de sus torpes palabras, se imaginó esa mirada difuminándose hacia una trayectoria estelar opuesta...

No pudo sino derramar una lágrima de pura impotencia al ver otra partida... Ya había sufrido numerosas huidas por parte de seres valiosos y mágicos para ella a cada cual más punzante en su corazón desgarrado por el roce de las copas de los árboles menos tímidos... Pero sólo con pensar en que volviese a ocurrir... NO... No lo puede concebir y le duele la frialdad de las palabras que sus dedos teclean sin pensar en las consecuencias... ¿Pero qué le ocurre? ¡Despierta!

Cómo se conocieron no es relevante, es importante, y lo es todo. Sus copas no se han rozado todavía, y sólo faltan unos días para que haga un año desde que se conocieron y su vida diera un giro de 400 grados. Nunca se escucharon hablar, pero sí la melodía de sus voces... La que acompaña a aquellos ojos de ensueño es una voz tan melódica que hasta yo mismo me quedé petrificado al deleitarme con su acústica.

Muchas cosas en común hicieron que esa camaradería se convirtiese casi en una familia, pero no una familia normal, y no sólo eran ellas los miembros... Había más, cada cual con más magia en su interior...

Fabricaban magia con la ayuda de los sueños, y aquellos ojos claros y profundos se convirtieron en un referente de un cariño estratosférico para ella... Si no tenía un buen día, sus mentes parecían conectarse pues al otro lado y a muchos quilómetros, estaba para hablar y darle algún consejo sensato, convirtiéndose en la hermana sensata que hubiese nacido una semana más tarde, sin dejar de lado a Icía, pero esto es totalmente diferente...

Momentos de aventura pasaron, de grandes emociones inolvidables, de duros tragos, noticias y situaciones difíciles también lo sobrellevan. Pero todo lo cura el amor, el cariño, las historias, prehistorias, posthistorias creadas marcan unos momentos como tatuajes en ese corazón que se va anclando poco a poco con ayuda... Con ayuda de esas bisagras y esos tornillos cual cuerno de narval elegante y presumido, que no se desprenderán de su miocardio pues el valor sobrepasa al de cualquier cosa en esta tierra tan sumamente efímera...

Descubre que hay copas de árboles de su misma especie que no tienen espinas, que su roce, aunque todavía no lo ha habido, no es perjudicial, que es curativo, que esos árboles son demasiado especiales como para nunca acercarse a ellos. Desea acercarse, aunque tiene miedo a que el hechizo se destruya y la magia se desilumine, pero aquellos ojos de ensueño, y aquella voz de hada celeste le ayudan a aferrarse a la realidad y a desear ser mejor persona, ser como ella, y hacerla sentir orgullosa... Es algo muy curioso, esa magia que flota como el éter en suspensión entre tantísima distancia sin fronteras...

Os contaré un secreto, un secreto bastante grande que nunca dijimos en voz alta... Todo el mundo ha tenido un "mejor amigo" o ha sido el "mejor amigo" de alguien alguna vez en su vida... Ella ha conocido a muchas personas, con cautela, con recelo... Y al abrir las ramas de su copa pensando haber conocido a "su persona", se ha llevado la sorpresa de que esa persona ya venía de vuelta, que ya había vivido muchísimas aventuras por abrir sus ramas y rozarlas con las de los otros árboles, por no tener la timidez tan extrema que ella tiene... Por lo que ella adquiría un "mejor amigo" pero jamás fue "mejor amiga" de nadie... Sólo es una pequeña anécdota dentro de todos estos entresijos vitales que la han acompañado. Ah... y cabe puntualizar que todos esos "mejores amigos", sea porque fuere, se han marchado de su lado sin explicación al menos lógica... Ella es posesiva a veces, tiene miedo, no es un delito...

Hoy ha llegado el conflicto y ella llora porque sus palabras han causado demasiado daño, al igual que sus actos... Hiperventila, se teme lo peor, aunque escuche lo contrario... Siempre ha sido así, ¿Por qué iba a cambiar ahora? La temperatura decae en picado y los ojos de ensueño hablan pero suenan muy distantes, y dolidos... Le entra el vértigo al ver que no puede hacer nada, y teme que la historia se repita... Lo teme aún más, porque si en este momento la historia se volviese a repetir jamás se volvería a recuperar... Asume la culpa, y cierra sus ojos por los que las lágrimas encharcan, esperando que ese vertiginoso movimiento de saltamontes de su estómago se esfume, esperando despertar sobresaltada y darse cuenta de que todo ha sido una pesadilla de las más dolorosas... Pero no es así... Y el frío todavía es mayor... Ya no siente las puntas de sus pies y la hipotermia asciende a través de la rugosidad de sus sábanas...

Voy a dejar hablar a la protagonista, yo me quedaré mirando, como cada día.

No sé cómo expresar lo que significas para mí, de un año para aquí mi vida ha dado un vuelco tan enorme y todo ha sido por conocer a unas personas tan magníficas, pero sobre todo por haberte conocido a ti.

No creo que puedas llegar a imaginar, o igual sí, porque eres tan brillante que ya nada me sorprendería, lo mucho que has hecho por mí, lo mucho que me has ayudado, lo mucho que me has hecho ver... Pues estaba más ciega que un topo de nariz estrellada... Lo mucho que me has hecho vivir, lo mucho que me has enseñado y lo muchísimo que he podido cambiar gracias a ti, lo mucho que he podido valorar, incluida a mí misma, gracias a ti...

Siento de corazón todo lo ocurrido hoy, es algo que por mucho que me lo repitas, jamás podré borrar de mi mente y jamás me lo podré llegar a perdonar del todo...

Tu magia me inunda cada día, tu energía aviva mi interior hasta en los días más marchitos...

Espero que puedas perdonar mi imprudencia, espero que el día de hoy no nos lleve a un adiós, mi corazón se rompería en mil pedazos, pero aun así lo respetaría pues he sobrepasado el límite de lo que una amistad puede soportar muchas veces, o al menos eso me ha sucedido a mí durante toda mi vida...

Espero que puedas perdonar mi insensibilidad, mi falta de tacto, mi inseguridad, mi miedo a perderte...

Espero que puedas perdonar todo el daño que te he hecho sentir, y mi falta de empatía...

Te prometo que intentaré arreglarlo, te prometo que intentaré que nada tan desagradable nos vuelva a suceder, prometo intentar no volver a defraudarte ni decepcionarte...

Te prometo estar aquí eternamente si tú me dejas estarlo...