Jessica

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Cuando estoy sola en mi habitación, me recuesto en mi cama cerrando los ojos, poniéndome en conección con mis 5 sentidos, y me Pregunto el quién soy yo, si vine al mundo a cumplir un destino, si desde el primer llanto mi vida ya estaba predestinada con alguien o algo. Pero al pensarlo bien creo que sólo soy materia existente en este inmenso universo cuyo destino está en manos del tiempo.
¿Pero qué​ estupideces estoy diciendo?

Cuando nací, mi padre se fue de la casa, dejándome a mí y mi mamá.
Pero bueno, qué más da.

-Jess, date prisa o no llegaremos.

-Ya voy mamá.

Durante el camino hacia la escuela mamá suele darme la mano, quizá para que no me pierda.
Ella siempre que ve muchas personas juntas me aprieta muy fuerte, tanto que aveces suele lastimarme.

- ¿Lista para las clases?

-Sí, creo que sí.

-Ten mucho cuidado ¿sí?, no dejes que otras personas se aprovechen de ti.

- ¿A qué te refieres mamá? -Ella no me contestó, de hecho su silencio me hizo entender que ni me escuchó.

-Bien, ya llegamos hija. Nos vemos a la salida.

Me despedí de ella con un beso, la vi alejarse cuando avanzaba dejando la escuela, y ahí... otra vez estaba.

Siempre que mamá me deja en la escuela, inmediatamente una camioneta se la lleva. Dice que no me preocupe, porque esas personas hacen que  tenga dinero para que podamos comer, tener ropa y todo lo necesario.

Sin preguntarme más cosas entré a la escuela.

A comparación con la hora de entrada a la escuela, mi día fue de lo más normal.

"Ya son las 3:50 y mamá no llega"

- ¿Aun no viene? -una maestra se detuvo a lado de mí para preguntarme.

-No.

-¿Sabes?, yo paso cerca de tu casa, si quieres te puedo llevar, solo sería cosa de hablar con tu mamá para informarle - ¿Cómo sabía dónde vivía?, ah claro, mamá una vez la invitó a casa para hablar acerca de mis calificaciones. En mi defensa digo que matemáticas es muy complicado para una niña de 13.

-Sí, está bien -Al final terminé accediendo, mi mochila pesaba más que yo, no podría seguir aguantándola mucho más.

Mamá no contestaba el teléfono así que la maestra decidió llevarme a mi casa y marcarle cuando estuviésemos ahí.

-No responde, pero ya estamos afuera, entremos y veamos si está en casa ¿de acuerdo?

-Muy bien.

Nosotras vivimos en un edificio que tenemos que compartir.
En en si nuestra casa es un "departamento", así es el nombre oficial que le tiene mamá, pero para mí, es una cueva, es pequeña y cálida como las de los osos, por eso la llamé así.

Al llegar a la cueva, la maestra tocó unas cuantas veces. Al ver que no abrían se tomó la libertad de girar la perilla.

Al entrar, nos encontramos con ropa... ropa tirada en el piso, esa no era mía ni de mamá, nosotras somos muy limpias en ese aspecto.

-Ah, oye, ¿por qué no esperas aquí afuera?, yo veré si hay alguien más.

-No, yo quiero ver si mi mamá está aquí, quiero decirle que vayamos a comer a un lugar lindo.

Me pasé enfrente de la maestra corriendo hasta la habitación de mamá, al llegar a la puerta unos sonidos me hicieron detener, abrí la puerta y no sabía porqué Pero me sentía mal, triste, confundida, creo que ni siquiera puedo expresar lo que sentí en ese momento, varios de los niños en la escuela, habían hablado de que habían visto a sus padres teniendo "relaciones", pero en mi caso, yo no tengo papá...

Careless WhisperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora