Dibujame Tu Corazon -Silvephiles-PAUSADA

cap. 3°

•°Duevuelta al pasado°•

Estamos en el otro lado de la historia, donde la alegria y nostalgia atacan.

Donde los recuerdos regresan y las ganas de escapar invade tu alma.

Empezamos nuestro día donde el regreso a tu viejo hogar, el regreso de todas las lagrimas que dejastes caer volvieron.

Este es el caso, de un chico de segundo nivel de preparatoria, donde volvio a su viejo hogar. Acompañado por la unica familiar y unico apoyo que tuvo toda su vida. Junto con su pareja y amiga de la vida.

Los cuatro se concideraban una familia, dejando ver el amor que nunca tuvo en su infancia y el apoyo que tuvo al decidir lo que queria en su vida.

—Oye, Amy, Amor ¿donde dejo los libros de Blaze?

Dijo el mayo de ojos violetas mientras cargaba varias cajas, cosa que le obligaron hacer por se el hombre de la casa, segun la rosada.

—¡Dejalas en la cocina!

Aviso la chica desde el segundo piso.
El mayor al dejarlos donde  le dijeron camino devuelta hacia la entrada, al salir se encontro con el primo de su amada sentándose en una de las ramas de aquel roble mirando hacia el cielo.

—¡Deberias ayudarme!

Grito el edquima desde abajo.

—Amy, me pago para no hacerlo.

Hablo serio sin mirarlo. Por parte del contrario gruño un poco para luego calmarse.

—¿No deberias estar en la escuela?

Trato de ser amable regalándole una sonrisa. El menor lo vio devuelta expresando en su rostro "¿encerio? Aun lo sigues intentandolo".

—¿Tu no deberías seguir cumpliendo con tu deber de exclavo?

Expreso el chico bajando.

La relación que tenía con su cuñado era asi, aunque le tenia respeto y cariño. Le causaba risa como se habia convertido en un esclavo ante la rosada.

—Silver, ¿por que no das una vuelta por vecindario?  Y miras todo lo que a cambiado.

Hablo la chica de pelos morados mientras ayudaba con la mudanza. El chico asintió corriendo a garaje y salir con su bicicleta, la chica sonrio al verlo, luego cambio su expresion a seriedad ante el  edquima.

—Y tu ponte a trabajar...

El contrario se quejo en bajo y obedeció a las ordenes.

Por otro lado se encontraba el adolescente mirando a los alredadores mirando todo lo que habia cambiado. Deteniéndose en aquel pequeño parque alado de la plaza.

Dejobla bicicleta a un lado y camino a paso lento mirando aquellos juegos.
El lugar se encontraba vacio aquellas horas eso le provocaba cierta paz en su interior.

Se sento en uno de los viejos columpios y empezo a meserse.

—¿no crees que estas un poco grande para los columpios?

Dijo una voz femenina que al escucharla no sabia como reaccionar, si llorar o reír. Entonces simplemente jugo con ella.

—Y usted no cree que es una aguafiestas, señorita Fiona.

Dijo riendo y la miro. Aquella chica de baja estatura sonrisa hermosa y cabello rojizo un poco corto y ondulado.

—¡Silver!

Lo abrazo con fuerzas y gran alegria.

—¡Enana!

Contesto el otro al corresponderla ambos querían llorar, años que no se veían los dos mejores amigos y el unico que tenían. Al separarce se sentían solo para que negarlo quien no lo sintiria a perder alguien tan importante.

Pasaron el rato en el parque hablando sobre la gran importancia que le hacian al otro. La chica estaba triste pues al irse recibia la burlas de todo el mundo no tenia amigos cerca, su familia la criticaba, queria a su mejor amigo, del que una vez estuvo enamorada.

Por el otro lado pasaba por lo mismo Silver, la soledad, la discriminación y las lagrimas que derramo. Pararon al alejarse de ellas.

—Entonces... Aun sigues siendo...

Agacho su mirada mientras seguia mesiendose en el columpio de alado.

—¿Gay?

Asintió.

—...Si...