Pecado 5

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Espera...-El peliblanco se dio paso entre sus compañeros hasta quedar frente al azabache el cual lo miraba con serenidad. — ¿Cómo es que conoces a Nagisa? —Pregunto Itona levantando la mano manteniendo su semblante serio.

El azabache solo embozo una sonrisa mientras posaba con suavidad su dedo sobre sus labios.

A veces hay algunas cosas que no se deben rebelar antes de tiempo, Itona-kun—Hablo con tranquilidad sin apartar su dedo se sus labios.

Espere ¿Cómo sabe mí no–...? —Iba a preguntar pero de un parpadeo ya no encontró al azabache. Observo a ambos lados confundido. ¿Cómo pudo desaparecer tan rápido?

¡Woah! ¡Ya no está!—Grito Chiba sorprendido.

Haha, tal vez se mueva a velocidad mach como Koro-sensei Menciono esta vez Nakamura en manera de burla haciendo que algunos riesen y otros solamente se limitasen a sonreír. Ambos profesores solamente se limitaron a cruzar miradas.

¡A-allí esta!Grito la chica de trenzas mientras apuntaba a un árbol donde se encontraba el azabache observándolos mientras mantenía una expresión serena en su rostro.

El azabache dio hecho un vistazo a donde estaba sentado. La rama era gruesa. Lo cual le hacía pensar que sería complicado hacer que esta se rompiese. Desvió su vista a la mancha roja que estaba en esta. Era pequeña, pero notable. Sonrió con melancolía. Esa pequeña mancha era su sangre.

Su sonrisa se borró al sentir un malestar en su garganta. Ardía. Podía sentir como un líquido agridulce empezaba a llenar su garganta hasta lograr subir a su boca pidiendo que esta se abriera para poder salir. El azabache hiso una mueca de disgusto. Sus pulmones también estaban expulsando aire no deseado. Bajo con agilidad y cuidado del árbol y al sentir que sus pies descalzos habían tocado la tierra puso una mano en su pecho mientras empezaba a toser de manera desesperada. Sangre mesclado con una especie liquido viscoso color amarillo era lo que expulsaba de su boca. La sangre en su garganta parecía que lo ahogaba. Con su otra mano libre la puso en su garganta. Sus ojos ya estaban cerrados y podía sentir como lágrimas se acumulaban en el borde de sus ojos.

Manami al ver como el azabache se empezaba a ahogar con su propia sangre corrió hacia el siendo seguida por sus profesores y algunos de sus compañeros.

Sus piernas dejaron de funcionar por unos segundos haciendo que callera de rodillas aun tosiendo la sangre mesclada ese líquido amarillo. La mano que tenía en su pecho la llevo al suelo para no perder el equilibrio.

Intento tranquilizar su cuerpo. Relajo los músculos de su rostro y dejo de tensar sus brazos y hombros. Allí fue cuando entendió. Curvo ligeramente sus labios y entreabrió sus ojos observando como la pequeña cantidad de personas se acercaban hacia él. Manami que era la que iba al frente, le observaba de manera preocupada. Su mundo daba vueltas. Al fin había dejado de toser, dejando como consecuencia un gran charco de sangre y el líquido amarillento. El dolor en su garganta había incrementado. Era muy probable que volviera a empezar a toser en un par de minutos más, lo cual sería un problema. Pues si volvía a perder más sangre moriría más rápido haciendo que los esfuerzos de Nagisa e Irina fueran en vano. Se reincorporo mientras se apoyaba en sus rodillas. Observaba con una sonrisa a sus alumnos al ver su preocupación hacia él. Aunque no entendió por qué esa preocupación. Pues ellos le conocen en su forma artificial. Su forma de "Pulpo", pero ahora estaba en su forma original. Su forma humana.

Suspiro y llevo su mano hacia su nuca apretando uno de sus nervios. Sus ojos se cerraron rápidamente haciendo que cállese inconsciente. Eso pudo verse absurdo para algunos. Pero en realidad eso fue listo. Pues si su cuerpo se "Dormía" podría evitar que los impulsos por toser sean menores. Es como cuando estas resfriado. Estornudas cuando estas despierto, pues es inevitable. Pero cuando duermes tu cuerpo no manda la señal de estornudar. En el caso del azabache, toser.

Todos son Pecadores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora