4 - Psicología

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- Bien comenzaremos por preguntas sencillas. ¿como te llamas?

- Cielo Cambrell 

- ¿Cuantos años tienes?

- Nueve

- Bien Cielo, mi nombre es Marie y seré tu psicologa desde hoy, no quiero que me veas como un médico o algo parecido, puedes considerarme como a una amiga.

Marie era delgada, alta, con el cabello muy oscuro y corto hasta los hombros. Su tez era morena que combinaba con sus ojos marrones. Aparentaba no mas de treinta años.

- Bien nena, dime sobre qué te gustaría hablar- sonrió mientras que yo permanecía en el sofá con los brazos cruzados y mis mejillas sonrojadas llenas de ira.

- Vine aqui en contra de mi voluntad - respondí enfadada.

- Lo sé, eso molestaría a cualquiera, pero tus padres están muy preocupados por ti, ¿podrías decirme por qué lo están?

No me sentía cómoda estando allí, pero su cálida voz me hacia tener un poco de confianza en ella.

- Mis papas, en especial mi mama, creen que estoy loca- suspiré y ella rió.

- ¿Porque creen que estas loca?

- Hace una semana me enteré de que tenía un hermano, mis padres nunca me habían dicho nada sobre el y como les pregunté por él, pensaron que había perdido la cabeza

- ¿Y como supiste de tu hermano, si tus padres no te lo habían dicho?

- Él me lo dijo

- No veo ninguna locura en ello, solo el que tu hermano apareciera de la nada y te lo dijera

- El estaba parado junto a un árbol, en ese momento yo estaba sentada en el jardin y me acerque a él

- ¿Por que crees que tus padres no te mencionaron que tenias un hermano?

- Porque él está muerto, de hecho murió en la barriga de mi mamá, pero por alguna extraña razón, él ha crecido y tiene trece años.

- ¿Como que esta muerto? - La psicologa pregunto algo aturdida

- Esta muerto, solo yo puedo verlo o bueno podía porque ahora el ha podido descansar.

Marie comenzó a escribir varias cosas en una agenda que tenía sobre sus piernas.

- ¿Usted me cree?

- ¿Por que no lo haría? - su respuesta me tomó por sorpresa

- Pues Marie, se supone que los muertos están muertos y mi madre me ha dicho que es imposible verlos así que si soy la única que puede verlos, tal vez es porque soy diferente a los demás, una abominación.

- No por ser diferente a los demás significa estar loco - sonrió y se paró para abrir la puerta.

- Bueno Cielo la sesión ha terminado pero te veré otra vez en ocho días , llamaré a tus papas un momento y tu esperaras afuera.

* * * * * * *

Cuando llegamos a la casa mi madre dejó pasar a mi papa a la sala y le sirvió una cerveza mientras que me hacia un waffle con nutella y fresas.

- Hija ¿como has estado? - Mi papa "Richard" me preguntó

- Bien papá, he aprobado todo en el colegio y he entrado al equipo de cheers - dije emocionada.

- Me alegra mucho pequeña- me sacudió el cabello y me dedicó una sonrisa mientras tomaba un sorbo de cerveza - de acuerdo, este fin de semana que viene vendrás conmigo, ¿qué te apetecería hacer?

Con todo este drama que mi mamá había montado, había olvidado que cada dos fines de semana lo pasaba con mi papá, me parecía que el tiempo que pasaba con el era poco pero mi mamá no me permitía mas tiempo. Amaba pasar tiempo con mi papa, el solía ser muy divertido y cariñoso, era su niña consentida y aveces me aprovechaba de eso.

- No lo se, me gustaría montar a caballo o .... ahi no ya se ya se, ¡ deberiamos ir a acampar y comer helado ! - Amaba ir a acampar, cuando era más pequeña tal vez tenía unos 5 o 4 años y soliamos hacerlo los tres juntos, pero tras el divorcio de mis padres , acampar habia quedado vetado.

- De acuerdo monita , acamparemos.

Mi papa solía llamarme monita porque siempre que ibamos a acampar trepaba muchos arboles y siempre quería subir a lo más alto, pero mi mama no lo permitía, de hecho siempre había sido algo sobreprotectora.

Tiempo MuertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora